Aunque el mundo moderno nos ofrece una variedad de opciones digitales para la lectura, desde libros electrónicos hasta plataformas digitales, Latinoamérica conserva un arraigado amor por el libro físico. A pesar de la conveniencia y la accesibilidad que ofrecen las tecnologías digitales, el placer táctil y visual de hojear páginas físicas y sumergirse en la experiencia sensorial que proporciona un libro tradicional continúa siendo una preferencia arraigada en la región.
Este apego al libro físico en Latinoamérica puede atribuirse a una variedad de factores culturales, sociales y económicos. Por un lado, muchos lectores encuentran en el libro físico un valor sentimental y emocional que va más allá de la mera lectura. Y es que los libros físicos pueden convertirse en objetos de colección, herencia familiar o elementos que decoran y enriquecen los espacios personales.
Además, en muchas regiones de Latinoamérica, el acceso a tecnologías digitales y a internet de alta velocidad aún es limitado, lo que dificulta la adopción generalizada de libros electrónicos y plataformas digitales. La infraestructura tecnológica y las barreras económicas pueden restringir el alcance de los medios digitales, haciendo que el libro físico siga siendo la opción más accesible y popular para los lectores.
Gráfica del día: Latinoamérica aún busca los libros físicos
De acuerdo con los datos de la macroencuesta de Statista Consumer Insights, la compra de libros impresos todavía sigue vigente en Latinoamérica.
De hecho, el 46 por ciento de los encuestados en México y Perú compraron al menos un libro en los doce meses previos al sondeo, seguidos por Chile (43 por ciento) y Argentina (42 por ciento). En Brasil y Colombia los porcentajes fueron del 40 por ciento.
Es así que el vínculo entre la lectura y la cultura también desempeña un papel crucial en esta preferencia por el libro físico en Latinoamérica. La tradición literaria y el amor por la palabra impresa están profundamente arraigados en la región, y el libro físico se percibe a menudo como un símbolo tangible de esta rica herencia cultural.