El impacto de internet y las redes sociales en los menores de edad es un tema cada vez más relevante, ya que el uso de plataformas digitales ha crecido exponencialmente entre los más jóvenes. Si bien estas herramientas ofrecen grandes ventajas, como la posibilidad de acceder a información, conectarse con otros y desarrollar habilidades digitales, también presentan riesgos significativos para su bienestar.
Cada vez más niños y adolescentes desean tener sus propias cuentas activas en redes sociales, motivados por el deseo de pertenecer a una comunidad, compartir su vida y estar al tanto de las tendencias. Sin embargo, este acceso temprano puede ser perjudicial. Los expertos han advertido sobre los efectos negativos del uso excesivo de las redes, que incluyen problemas de autoestima, ansiedad, depresión y la exposición a contenidos inapropiados o dañinos, como el ciberacoso.
La presión por tener una imagen idealizada y el riesgo de comparaciones sociales son factores que contribuyen a la ansiedad en los jóvenes, ya que se sienten obligados a estar constantemente conectados y a obtener aprobación a través de “me gusta” o seguidores.
Además, la falta de regulación estricta en las plataformas sociales, especialmente en cuanto al control parental y las medidas de privacidad, aumenta la vulnerabilidad de los menores ante los riesgos digitales. Si bien algunas plataformas han implementado restricciones de edad, muchos usuarios logran eludirlas con facilidad, lo que ha llevado a gobiernos y organizaciones a pedir reformas más estrictas.
En ese sentido Australia recientemente logró prohibir el uso de redes sociales a menores de edad, de hecho, Anthony Albanese, el Primer Ministro de Australia, ha sido uno de los principales defensores de la propuesta para establecer una edad mínima obligatoria para el uso de redes sociales. Aunque la idea se había mencionado previamente, ahora se confirma que la edad mínima será desde 16 años. Esta iniciativa busca limitar el acceso de los menores a las plataformas digitales debido a las preocupaciones sobre su bienestar y los riesgos asociados con el uso precoz de redes sociales, como el impacto en la salud mental y la exposición a contenidos perjudiciales. La decisión se perfila como un paso importante en la regulación del entorno digital para los jóvenes, un tema que está ganando cada vez más atención a nivel global.
La prohibición de redes sociales a menores de edad
Una encuesta de Ipsos realizada a principios de este año revela que la mayoría de los ciudadanos en 30 países respalda la prohibición total de las redes sociales para niños y adolescentes, no solo en Australia. Dos de cada tres encuestados coincidieron en esta postura. En Francia, el apoyo fue aún mayor, con un 80% de los adultos opinando que los menores de 14 años no deberían usar redes sociales, ni dentro ni fuera de la escuela. En contraste, Alemania fue el único país donde la mayoría no apoyó la medida, con solo un 40% a favor.
En cuanto al uso de teléfonos inteligentes, las opiniones varían según la generación. Un 36% de la Generación Z expresó su apoyo a la prohibición de teléfonos en las escuelas, pero este porcentaje fue significativamente más alto entre las generaciones mayores: el 66% de los baby boomers, el 58% de la Generación X y el 53% de los millennials estuvieron de acuerdo con la medida.
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