El mercado de la peletería, mejor conocida como “industria de pieles”, ha estado en el centro de un controvertido debate debido al maltrato animal asociado con la obtención de sus pelajes. Este creciente cuestionamiento ético ha provocado una caída significativa en su producción mundial.
A pesar de que los abrigos y accesorios de piel siguen siendo considerados símbolos de lujo y distinción en muchas culturas, la creciente presión por el bienestar animal ha provocado un cambio notable en el panorama global de su uso. Las prácticas controvertidas, como el confinamiento de visones y zorros en pequeñas jaulas, y la cría de animales exclusivamente para la producción de pieles, han sido duramente criticadas, especialmente cuando muchos cuestionan la necesidad de matar animales por razones tan estéticas.
Y es que, algunas marcas de alta costura como Versace, Gucci, Prada y Burberry han incorporado pieles en sus colecciones, asociando estos materiales con exclusividad y sofisticación. Por ejemplo, en 2018, Versace anunció que dejaría de utilizar pieles en sus diseños, uniéndose a otras marcas de lujo que ya habían adoptado esta postura.
Es así que, en los últimos años, varios países productores han comenzado a tomar medidas hacia la eliminación de esta industria. A medida que las restricciones se intensifican, es relevante observar cómo los principales actores en la producción de pieles de visón y zorro han comenzado a ajustar sus cifras, y cuáles son los países que aún mantienen una alta producción.
En este contexto, China se destaca como el mayor productor mundial, con una producción superior a 3,5 millones de pieles de visón y zorro en 2023. Sin embargo, Europa sigue jugando un papel crucial, con Polonia a la cabeza de los productores en el continente, también superando los tres millones de pieles. Rusia, Estados Unidos, Grecia y España también continúan en la lista de los mayores productores, con una producción que varía entre uno y dos millones de pieles anualmente.
Lo que parecía una industria próspera, sin embargo, enfrenta serias amenazas. Con el aumento de regulaciones en países clave y el impulso por parte de activistas que luchan por el fin de la cría de animales para la obtención de pieles, la producción de estos productos podría caer aún más en los próximos años. Algunos países productores están comenzando a adaptarse a nuevas realidades, impulsados tanto por la demanda de consumidores más conscientes como por las políticas gubernamentales que buscan erradicar esta práctica.
Ahora lee:
Gráfica del día: Los canales de Youtube más populares
Gráfica del día: El gasto de capital de Meta se dispara gracias a la IA
Gráfica del día:¿Sabes crear una contraseña segura?