Las remesas, es decir, las transferencias de dinero enviadas por trabajadores migrantes a sus países de origen, han experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas.
Aunque, el aumento de las remesas puede atribuirse a varios factores. En primer lugar, la globalización y la liberalización de los mercados laborales han facilitado la movilidad internacional, permitiendo a más personas buscar oportunidades laborales en el extranjero. En segundo lugar, los avances tecnológicos y la expansión de los servicios financieros han hecho que el envío de dinero sea más fácil, rápido y económico. Las plataformas digitales y aplicaciones móviles han revolucionado la manera en que los migrantes transfieren dinero, superando las barreras que antes imponían los métodos tradicionales.
Estas transferencias se utilizan para cubrir una variedad de necesidades, como gastos cotidianos, educación, atención médica y más. Precisamente, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define las remesas como “transferencias de dinero o en especie que los migrantes hacen directamente a sus familias o comunidades en los países de origen”.
De acuerdo a datos proporcionados por el Banco Mundial y recopilados por la OIM, en el 2020, las remesas a nivel mundial alcanzaron la cifra de 702 mil millones de dólares. Sin embargo, es importante señalar que estas cifras no abarcan completamente todolos flujos de dinero, ya que muchas de estas transferencias ocurren de manera informal, lo que sugiere que el verdadero monto de las remesas globales podría superar las estimaciones disponibles.
Durante ese mismo año, los ocho países principales receptores de remesas, en orden descendente, fueron la India, China, México, Filipinas, Egipto, Pakistán, Francia y Bangladesh.
Gráfica del día: La evolución de las remesas a nivel global
Las remesas han evolucionado para convertirse en una columna vertebral crucial para muchas economías a nivel global. Su crecimiento constante refleja no solo el movimiento de personas en busca de mejores oportunidades, sino también la creciente interconexión del mundo.
Desde 2015, las remesas han experimentado cambios significativos, reflejando la evolución de las dinámicas económicas y migratorias a nivel global. En aquel año, India se destacaba como el principal receptor de remesas, seguida por China y Filipinas, consolidando su posición debido a la fuerte dependencia de los fondos enviados por sus ciudadanos que trabajan en el extranjero.
Para 2022, las remesas alcanzaron una cifra récord de 831 mil millones de dólares, según el Banco Mundial y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Estas cifras, sin embargo, no capturan completamente los flujos no registrados que ocurren tanto por vías formales como informales, lo que sugiere que la magnitud real de las remesas mundiales es probablemente superior a las estimaciones disponibles.
En el contexto europeo, Francia y Alemania se ubicaron en los puestos cinco y diez de la lista de mayores destinatarios de remesas. No obstante, la mayor parte de estos flujos no proviene de transferencias familiares tradicionales, sino de salarios de trabajadores transfronterizos que residen en estos países mientras trabajan en Suiza. Este fenómeno explica la alta recepción de fondos en Francia y Alemania.
El crecimiento constante de las remesas subraya su importancia como fuente de financiamiento para muchas economías. Aunque el envío de dinero a través de cauces formales ha aumentado, una porción significativa de remesas sigue fluyendo por vías informales, lo que representa un desafío para la captura precisa de datos.