El precio de la cerveza en Latinoamérica varía considerablemente entre países, reflejando diferencias en la economía local, impuestos y costos de producción. A medida que el consumo de cerveza sigue siendo una tradición popular en la región, los precios pueden ofrecer una visión interesante de las dinámicas económicas y culturales.
En ese sentido, un estudio realizado por Appinio indicó que el 78% de los mexicanos mayores de 18 años prefieren la cerveza sobre otras bebidas alcohólicas. Los principales consumidores son los Millennials (27-42 años) con un 88%, seguidos por la Generación X (43-57 años) con un 81%, y los Boomers (58-65 años) con un 76%. La Generación Z (18-26 años) consume menos cerveza, con un 60%. En cuanto a género, los hombres consumen más cerveza (83%) que las mujeres (74%).
El 48% de los consumidores valora la capacidad refrescante de la cerveza, especialmente en climas cálidos como el de México. Además, el 44% la elige por su sabor distintivo, el 36% porque es una bebida social, y el 31% por su versatilidad con ciertos alimentos. Otros factores que influyen en su popularidad incluyen la tradición (26%) y su fácil acceso en supermercados (25%).
Gráfica del día: El precio de la cerveza en Latinoamérica
De acuerdo con los datos de Numbeo, el costo de una cerveza en Bogotá, Colombia, ya sea en un supermercado o en un restaurante, puede ser considerablemente más bajo en comparación con Montevideo, Uruguay. Por ejemplo, en Santiago de Chile, el precio promedio de una cerveza de 0,5 litros en un restaurante es de aproximadamente 3,16 dólares, mientras que en una tienda local el costo es de solo 1,46 dólares.
Mientras tanto, en nuestro país, el costo de esta bebida en el supermercado es de 1.59 dólares, aunque el precio asciende en un restaurante a 2.44 dólares.
Por otro lado, en Quito, Ecuador, disfrutar de unas cervezas en un bar o restaurante puede ser el doble de caro que comprar en un supermercado. En contraste, en ciudades como Santo Domingo (República Dominicana), San José (Costa Rica), Caracas (Venezuela) y Bogotá (Colombia), la diferencia de precio entre una cerveza en un establecimiento y en una tienda local suele ser mínima, con una variación de apenas unos centavos.