En los últimos meses, hemos sido testigos de un aumento significativo en el uso de la inteligencia artificial (IA) en diversas esferas de nuestras vidas. Sin embargo, con esta rápida expansión tecnológica también ha surgido un desafío preocupante: el incremento de los fraudes perpetrados por medio de la IA.
La IA ofrece a los perpetradores de fraudes nuevas herramientas y técnicas para llevar a cabo sus actividades ilícitas de manera más sofisticada y difícil de detectar. Los algoritmos de aprendizaje automático pueden analizar grandes cantidades de datos y identificar patrones que los humanos podrían pasar por alto, lo que les permite perpetrar fraudes de manera más efectiva.
Uno de los sectores más afectados por este fenómeno es el financiero, donde los estafadores utilizan la IA para realizar actividades como el robo de identidad, el fraude en transacciones financieras y la manipulación de los mercados. Además, la IA también se utiliza para crear deepfakes, videos y audios falsificados que pueden ser utilizados para engañar a las personas y empresas.
La lucha contra los fraudes por medio de la IA representa un desafío considerable para las autoridades y las empresas. Se requiere una combinación de tecnologías avanzadas de detección de fraudes, como el análisis de comportamiento y la detección de anomalías, junto con una mayor conciencia y educación sobre los riesgos asociados con esta herramienta.
México se encuentra entre los países más expuestos en términos de ciberseguridad, con más de 85 mil millones de intentos de ataques al año, lo que representa un gran desafío, especialmente en lo que respecta a la conciencia de los usuarios finales, quienes son considerados el eslabón más vulnerable de la cadena. Además, muchas empresas, especialmente las pequeñas, priorizan el crecimiento sobre la seguridad, asumiendo así el riesgo de sufrir ataques que pueden resultar en pérdidas económicas considerables, oscilando entre 4.3 y 5.1 millones de dólares por incidente.
Ariel Pizzo, Jefe de Ciberseguridad para Latinoamérica en el Grupo Stefanini, señala que la humanidad se encuentra en un momento crucial con dos revoluciones en marcha: la tecnológica y la de la inteligencia artificial (IA), lo que plantea un desafío considerable.
Según una reciente encuesta global de Gartner, el 69 por ciento de los empresarios tiene la intención de implementar IA en los próximos 12 meses, el 47 por ciento ya la está utilizando y solo el 21 por ciento ha comenzado a experimentar sus beneficios. Esto indica un interés creciente hacia esta tecnología, aunque en gran medida parece ser más un deseo que una estrategia crítica establecida.
Gráfica del día: El incremento de los fraudes por medio de la IA
Entre 2022 y 2023, se observó un aumento significativo en los casos de fraude relacionados con deepfakes en varios países alrededor del mundo, según revela el último informe anual del proveedor de verificación de identidad Sumsub. Por ejemplo, en Filipinas, el número de intentos de fraude aumentó un 4.500% en comparación con el año anterior, seguido de países como Vietnam, Estados Unidos y Bélgica. Con el potencial de la IA en constante aumento, es probable que los intentos de fraude mediante deepfakes se expandan a otras áreas. Pavel Goldman-Kalaydin, Jefe de Inteligencia Artificial y Aprendizaje Automático de Sumsub, señala en el mencionado informe: “Hemos observado cómo las falsificaciones profundas se han vuelto cada vez más convincentes en los últimos años, y esto no hará más que continuar y expandirse hacia nuevos tipos de fraude, como los deepfakes de voz”.
Aunque la creación de un deepfake no constituye un delito en sí misma, muchos gobiernos están avanzando hacia una regulación más estricta del uso de la IA para evitar daños a las partes afectadas. Además, alrededor de 400 expertos en IA y tecnología firmaron una carta abierta el mes pasado instando a los gobiernos de todo el mundo a tomar medidas en contra de los deepfakes.