En los últimos años se ha visto que la producción textil ha experimentado un crecimiento exponencial debido a la alta demanda constante de ropa en todo el mundo. Sin embargo, detrás de la moda y las tendencias fashionistas hay un problema ambiental significativo que merece nuestra atención.
Esta industria requiere enormes cantidades tanto de agua como de energía, que incluye el cultivo de algodón, el teñido y el acabado de telas, cada etapa consume recursos valiosos, lo cual puede llevar a la escasez de agua en regiones ya vulnerables. De igual manera, los productos químicos utilizados en el procesamiento textil a menudo terminan contaminando ríos y suelos cercanos. Los tintes y productos químicos pueden alterar los ecosistemas acuáticos y dañar la vida marina, afectando negativamente a las comunidades locales y la biodiversidad.
Gráfica del día: El impacto ambiental de la producción textil
El daño que se causa en el medio ambiente depende en gran medida del tipo de fibra que se divide en las naturales (algodón, lana, etc.) que requieren menos energía pero utilizan más agua durante la producción que las sintéticas (poliéster y poliamida).
De acuerdo con un estudio de la revista Nature, se analizaron diferentes fibras textiles para determinar su relación con el impacto en el medioambiente, y según sus informes, “la industria de la moda se enfrenta a una creciente problemática a nivel mundial por sus operaciones, ya que contaminan en gran medida, y es que la moda rápida tiene a este sector trabajando a mil por hora. El auge de la moda rápida, se basa en la fabricación barata, el consumo frecuente y el uso de prendas de corta duración.
“Es esencial que la industria en su conjunto asuma la responsabilidad de su impacto ambiental, incluido el uso de agua, energía y productos químicos, las emisiones de CO2 y la producción de residuos”, señala el estudio de Nature.
Tal y como lo afirmó el estudio, el impacto de la industria de la moda incluye más de 92 millones de toneladas de residuos producidos al año y 79 billones de litros de agua consumidos.
Los investigadores resaltaron la importancia de realizar cambios en el modelo de negocio que abarcan desde reducir la velocidad de fabricación hasta implementar prácticas sustentables en todos los eslabones de la cadena de suministro, lo cual también implica un cambio en la conducta de los consumidores, que podría significar evitar caer en el consumismo y extender su vida útil. Precisamente también se comentó que el principal desafío en el futuro será transformar la perspectiva de los consumidores acerca de la moda. Lo complicado del caso es convencer a los personas para que empiecen a ver la moda como un producto funcional en lugar de como entretenimiento, inclusive deben estar dispuestos a pagar precios más altos que reflejen el impacto medioambiental de la moda.