En los últimos años, el agotamiento laboral o “burnout” se ha convertido en un fenómeno alarmante que afecta a millones de trabajadores en todo el mundo. Latinoamérica no es la excepción, y esta problemática ha tomado especial relevancia debido a las condiciones laborales de la región, las cuales en muchos casos no fomentan un equilibrio saludable entre la vida personal y profesional.
El agotamiento laboral no es solo una simple sensación de cansancio. Es un estado de agotamiento emocional, mental y físico que se produce como consecuencia de una exposición prolongada a estrés laboral.
La sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo por parte de los superiores, la presión constante para cumplir con metas inalcanzables y la falta de reconocimiento son solo algunas de las razones que contribuyen al agotamiento laboral. En muchos países de la región, la informalidad laboral también juega un papel clave. El trabajo sin contratos estables ni beneficios sociales obliga a los empleados a mantener una constante incertidumbre, lo que aumenta la presión emocional.
Además, la cultura del trabajo en muchos países latinoamericanos está muy centrada en la idea de “trabajar más para lograr más”, lo que contribuye a la normalización de largas jornadas laborales. Sin embargo, la falta de políticas laborales que protejan a los empleados contra el agotamiento, sumada a la falta de acceso a servicios de salud mental adecuados, ha generado un cultivo perfecto para el desarrollo del burnout.
El agotamiento laboral en Latinoamérica
Según un estudio realizado por el portal de empleo Bumeran, Argentina encabeza la lista de países latinos afectados por el agotamiento laboral, con un porcentaje de hasta el 91% de los encuestados que afirmaron experimentar el síndrome de burnout. A nivel global, muchos trabajadores no solicitaron licencia médica a pesar de sentirse enfermos, y la mayoría reportó haber enfrentado niveles históricos de estrés en el último año.
El análisis reveló que el 53% de los trabajadores de la región manifestó haber experimentado una falta de energía o agotamiento extremo. Un 38% expresó sentimientos de cinismo o desmotivación hacia su trabajo, mientras que el 21% señaló una caída en su rendimiento laboral. Un 41% de los encuestados, además, reportó haber experimentado todos estos síntomas simultáneamente.
En cuanto a las principales causas del agotamiento, los empleados señalaron la sobrecarga de trabajo como el factor más influyente, seguido de la falta de claridad sobre sus responsabilidades laborales. Además, mencionaron el trato recibido por parte de sus superiores, la presión constante y la escasez de tiempo como factores adicionales. Cuando se les preguntó qué medidas tomarían para enfrentar el burnout, más de la mitad (55%) expresó la intención de cambiar de empleo como una solución para mejorar su bienestar.