La Inteligencia Artificial (IA) se refiere de manera general a la capacidad de imitar comportamientos humanos a través de sistemas tecnológicos. Esta tecnología ha resultado invaluable para muchas empresas al permitir la optimización y mejora del desempeño, un ejemplo claro de esto son los conocidos chatbots que posibilitan la interacción instantánea con los clientes. Es innegable que la IA está viviendo un período de gran desarrollo y transformación, afectando diversos aspectos de la vida cotidiana, incluyendo el ámbito empresarial y educativo. Esto se debe a la creciente capacidad de la tecnología para procesar grandes volúmenes de datos y aprender de ellos, lo que posibilita la automatización de un creciente número de tareas.
Recientemente, hemos sido testigos de un rápido avance en la IA, lo que ha resultado en nuevas formas de interacción entre las personas y las máquinas. Es evidente que esta tecnología jugará un papel crucial en aplicaciones médicas, incluso el empresario Bill Gates ha destacado su potencial beneficioso en este ámbito.
De acuerdo con Statista, el mercado de la IA tiene un tamaño considerable y se prevé que crezca más de 200 mil millones de dólares en 2023, superando el billón de dólares en 2028. Este crecimiento representa un aumento anual de aproximadamente el 40 por ciento, una cifra que difícilmente se puede igualar en otros mercados y que demuestra la influencia de la tecnología en industrias, mercados y empleo. La automatización ya es una realidad constante, pero se anticipa que la IA potenciará aún más la productividad al optimizar trabajos y automatizar tareas monótonas. A nivel global, se espera que el crecimiento con la IA sea casi un 25 por ciento mayor que el que se lograría solo con la automatización, sin la influencia de la IA.
Gráfica del día: Discriminados por la IA
En agosto de este año, como parte del estudio “European Tech Insights” de la IE University, se preguntó a más de 3 mil encuestados en diez países europeos acerca de qué grupos creían que podrían ser más discriminados por la inteligencia artificial generativa. La intención de la pregunta era discernir qué grupos demográficos se percibían como más propensos a sufrir discriminación por parte de la IA. La pregunta se formuló de manera que permitiera una amplia variedad de interpretaciones. Por ejemplo, algunos encuestados podrían haber tenido en mente aspectos más concretos relacionados posiblemente con el hardware, como el acceso a programas de inteligencia artificial, un tema que afecta principalmente a generaciones mayores.
Tal y como se muestra en el gráfico, son los adultos mayores el grupo más vulnerable a la discriminación por parte de la inteligencia artificial (IA) en la mayoría de los países incluidos en el estudio, con porcentajes más elevados (en promedio, el 35 por ciento en los diez países) que, por ejemplo, las minorías étnicas o las personas con discapacidades. En segundo lugar en cuanto a posibilidad de discriminación se encuentran las personas de bajos ingresos, puesto que el 22 por ciento de los encuestados en todos los países sugiere que podrían ser objeto de discriminación. Por otro lado, solo el 8 por ciento de los participantes en la encuesta considera que las mujeres podrían ser víctimas de discriminación por parte de la IA. Es importante destacar que estos datos reflejan percepciones y no necesariamente la realidad objetiva de la discriminación provocada por la IA.