En la era actual de avances tecnológicos acelerados, la inteligencia artificial (IA) está transformando profundamente el panorama laboral en todo el mundo. Desde la automatización de tareas rutinarias hasta la creación de sistemas capaces de tomar decisiones complejas. No obstante, la IA está impactando una amplia gama de industrias y ocupaciones. Los políticos, tradicionalmente encargados de la toma de decisiones y la representación pública, no están exentos de esta transformación.
Tradicionalmente, los líderes políticos han dependido de asesores humanos para recopilar información y asesorar sobre políticas. Sin embargo, los sistemas de IA pueden ahora acceder y analizar vastas cantidades de datos de manera más rápida y precisa que los equipos humanos. Esto podría llevar a una disminución en la dependencia de los políticos de los asesores humanos, cambiando así el equilibrio de poder y la dinámica de la toma de decisiones.
De hecho, AI Steve es un avatar digital inspirado en Steven Endacott, un empresario de Brighton, quien se presentó como candidato independiente para el Parlamento británico. Este desarrollo singular desafía las convenciones políticas establecidas y plantea preguntas profundas sobre el papel de la inteligencia artificial en la toma de decisiones públicas.
¿Dejarías que una IA votara por ti?
La inteligencia artificial (IA) está cada vez más presente en nuestras vidas, pero ¿qué tan lejos estarías dispuesto a dejar que esta tecnología influya en decisiones tan cruciales como tu voto? Recientemente, una encuesta realizada en diez países europeos por la IE University, en el marco del estudio “European Tech Insights”, arrojó resultados sorprendentes sobre este tema. El objetivo del estudio fue analizar cómo innovaciones tecnológicas, incluidas la IA y las neurotecnologías, afectan aspectos variados de nuestras rutinas diarias.
Entre las preguntas formuladas, una llamó especialmente la atención: “Imagina una aplicación de IA que analice tus opiniones políticas y te sugiera candidatos que podrían alinearse con tus preferencias. ¿Confiarías en que esta aplicación votara por ti?”. La respuesta fue contundente: cerca del 79% de los encuestados se mostró escéptico ante la idea de permitir que una IA decidiera su voto.
Un análisis por grupos de edad reveló que la confianza en la IA disminuye notablemente con el aumento de la edad. Mientras que un 34.8% de los jóvenes de 18 a 24 años se mostraría dispuesto a dejar que una aplicación votara por ellos, solo un 8.8% de los encuestados mayores de 65 años se sentiría cómodo con esta opción.
La encuesta también destacó variaciones significativas según el país. Por ejemplo, Polonia se posiciona como el más abierto a esta idea, con un 33.1% de aceptación, seguido de los Países Bajos, donde el 30.1% estaría dispuesto a confiar en una IA para ayudarles a decidir su voto. En contraste, Italia, con un 16.4%, y Francia y España, con cifras de 13.4% y 10.5%, respectivamente, muestran una actitud más cautelosa. El Reino Unido es el país con menor disposición, con solo un 7% de los encuestados dispuestos a delegar su voto a una IA.
Estos resultados no solo destacan la desconfianza generalizada hacia la delegación del voto a una máquina, sino que también revelan las diferencias generacionales y culturales en la percepción de la IA.