En la gráfica del día de hoy, hablamos de la manera en la que, a raíz de la pandemia, el hacer un equipo de trabajo eficiente sufrió una importante transformación derivado del boom de las plataformas de software de colaboración.
El trabajo en equipo en cualquier rubro (empresa, escuela, etcétera), es indispensable para tener buenos resultados y eso fue algo que, de alguna manera, se perdió un poco con la llegada de la pandemia.
Tras la aparición del Covid-19 y su correspondiente confinamiento, todo (o casi todo) se vio reducido a la vida digital, ya sea el trabajo, la escuela, los cursos externos, etcétera.
Si bien es cierto que, ante tal panorama, se tuvo que recurrir a plataformas como Zoom u otras, y que, en cierto modo, tuvieron una gran respuesta, por otro lado, estas no se comparan con la modalidad presencia, con el contacto humano que, en muchos sentidos, es indispensable para una mejor comunicación.
Ahora, en un contexto en el que no existe un retorno completo al modelo presencial, sino que se apuesta a una modalidad híbrida, el trabajo en equipo está experimentando grandes y muy significativos cambios.
Desde la llegada de la pandemia, Zoom se posicionó como la plataforma para las clases online, aunque sus funciones solo se limitan a la realización de videollamadas y no tanto en una serie de iniciativas que ayuden al trabajo en equipo.
En ese sentido, tal como muestra la gráfica depositada arriba, Microsoft es el que lidera el mercado con casi una cuarta parte de los ingresos globales totales derivados del uso de sus productos, mientras que Zoom está muy por debajo con 4.7 por ciento.
Google, con su Google Workspace, tiene un dominio de casi el 10 por ciento del mercado, una herramienta que ofrece diversas alternativas a través de Gmail y Drive, e incluso acaba de presentar una serie de mejoras que están más enfocadas en el trabajo híbrido.
Sin duda, lo que ha quedado claro es que el segmento de software de colaboración va a seguir creciendo mientras la presencia del Covid-19 continúe en el radar, aunque quizás no con el mismo impulso del año pasado, tomando en cuenta que, gracias a la vacunación, habremos de desarrollar una ofensiva contra el virus.