Estados Unidos ha sido históricamente un destino atractivo para millones de inmigrantes que buscan mejores oportunidades de vida. A pesar de enfrentar desafíos legales y sociales, muchos de ellos se convierten en una pieza esencial dentro de sectores económicos clave que dependen de su fuerza laboral.
De hecho, un reciente informe del Consejo Americano de Inmigración publicado en octubre demuestra cómo algunas industrias en el país dependen considerablemente del trabajo de inmigrantes. Entre las más destacadas se encuentran la construcción y la agricultura, donde se calcula que entre el 13 % y el 14 % de la fuerza laboral está compuesta por personas que llegaron al país sin documentos legales. Mientras que, en el sector hotelero, la cifra alcanza el 7,1 %.
Las labores que suelen ser menos atractivas para la población estadounidense, incluyen la producción de carne, el mantenimiento de cocinas y la limpieza en hoteles y se cubren con frecuencia con el esfuerzo de trabajadores indocumentados. Asimismo, los empleados en construcción, nivelación agrícola, clasificación de productos agrícolas y limpieza provienen de esta población vulnerable. Al igual que quienes se dedican a actividades como la aplicación de yeso, la instalación de paneles de yeso y la colocación de techos pertenecían a este grupo.
Este fenómeno no se limita únicamente a la construcción y la agricultura. Otros sectores relevantes, como el comercio mayorista, el transporte, el almacenamiento y la manufactura, también dependen en gran medida de esta fuerza laboral. Se estima que actualmente existen alrededor de 7,5 millones de trabajadores indocumentados en Estados Unidos, representando el 4,6 % de toda la fuerza laboral nacional. Aunque estas personas constituyen solo el 3,3 % de la población general, su participación en el ámbito laboral es notablemente alta debido a su edad promedio más baja y su disposición a aceptar empleos que muchos estadounidenses evitan.
Más allá del impacto directo en las industrias que dependen de estos trabajadores, el informe advierte sobre el posible efecto dominó que podría generar su pérdida debido a políticas migratorias estrictas. La expulsión de una parte significativa de esta fuerza laboral podría afectar no solo a las empresas y trabajadores en sectores específicos, sino también a la economía en general, desencadenando un problema mucho mayor.
Los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos desempeñan un papel crucial en diversas industrias que dependen de su trabajo para mantenerse a flote.
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