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Google reportó ingresos por publicidad durante 2018 por 118 mil millones de dólares, según cifras reportadas por la propia compañía.
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Facebook por su parte, ha reportado ingresos por 33 mil millones de dólares durante 2018, según proyecciones lanzadas por Statista.
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El poder económico que tienen las firmas tecnológicas les permite apostar por la innovación con desarrollos tecnológicos.
Un robo millonario a empresas tecnológicas nos recuerda los ingresos que tienen las grandes compañías del sector.
También nos enseña que a pesar de los grandes avances tecnológicos, una simple firma en una hoja de papel sigue siendo uno de los elementos que marcan decisiones en el mercado.
El incidente ocurrió cuando Evaldas Rimasauskas ingenió una estafa a través del robo de indentidad, falsificación de documentos y lavado de dinero.
Su esquema consistió en cobrar facturas falsas a Facebook y Google durante dos años, en los que envió estos documentos por compras falsas que supuestamente habían realizado dichas compañías.
Para completar su robo, Rimasauskas falsificaba firmas y sellos, para poder convertir los documentos en su mejor estrategia con la que a lo largo de dos años robó 122 millones de dólares.
Tal cantidad y el periodo en el que fue robado el dinero, nos da una idea de la capacidad económica con que cuentan ambas compañías tecnológicas, para pagar durante dos años más de 100 millones de dólares compras que jamás se llevaron a cabo.
Para poder concretar su estafa, Rimasauskas creó una empresa fantasma llamada Quanta Computer Inc con sede ficticia en Taiwán.
Una vez que cobraba su dinero en efectivo, lo llevaba a depositar a Chipre, Lituania, Hungría, Eslovaquia y Letonia.
Bloomberg ha reportado que Rimasauskas ahora espera una condena el próximo 24 de julio.
Polémicas tecnológicas
Es indudable el poder económico que tienen las compañías tecnológicas en el mundo, por lo que han sido muy polémicos los casos en que estas empresas se enfrentan a situaciones legales.
Pensemos en lo que ocurrió a Huawei, cuando a principios de este año fue acusada por una corte estadounidense de fraude, lo que motivó la detención de Meng Wanzhou, hija del dueño de la desarrolladora de smartphones.