-
Se esperaba que el primer código sobre estas plataformas en torno a los medios de noticias estuviera listo en noviembre
-
Pero la pandemia de COVID-19 retrasó las negociaciones de una forma significativa
-
La idea es que el incumplimiento de estos lineamientos se castigue con penalizaciones, multas y recursos similares
El negocio de Google y Facebook es relativamente sencillo. Ambos, en términos generales, actúan como agregadores de contenido. Es mediante su espacio que muchos usuarios logran descubrir piezas y entretenimiento de muchas fuentes y, por medio de anuncios, capitalizan ésta atención entre las marcas. Si bien genera una dinámica más o menos simbiótica con la mayor parte de los agentes del mercado, es mucho más tóxica para los medios de noticias.
Pero esta relación podría cambiar muy pronto. De acuerdo con ABC News, ambas plataformas serán obligadas a pagar el uso de los contenidos de medios de noticias locales en Australia. La idea es que las compañías que generan los recursos con los que lucran Google y Facebook también se beneficien de este negocio. Así, pronto tendrán que seguir un código de conducta obligatorio que “empareje el terreno de juego” entre estas redes y las marcas de información.
Al principio, se esperaba que este código de conducta fuera voluntario, lo que significaría que quedaría a voluntad de Facebook y Google pagar a los medios de noticias por el contenido. Sin embargo, las autoridades de Australia determinaron que es necesario que se obligue a estas empresas a pagar, de lo contrario sería “poco probable” que sigan las recomendaciones. Se espera que un primer borrador de esta propuesta australiana se presente a finales de julio.
Un punto a favor de los medios de noticias
Se tiene que aceptar que tanto Google como Facebook han trabajado arduamente por mejorar su relación con los medios de noticias. Ante la pandemia, tanto Google como Facebook han anunciado fondos especiales para apoyar a algunas redacciones a seguir operando. Y desde antes de la crisis sanitaria, ambas compañías han presentado sus sistemas de pagos y ayuda directa a estas empresas. Por ejemplo, el News Initiative o la próxima nueva pestaña de News.
Notas relacionadas
- Nueva Zelanda acusa a Australia de copiarle la bandera y le exige que la cambie
- Greenpeace Australia se mete en política
- Perú se despide del mundial, elimina a Australia y se lleva el reconocimiento en redes sociales
A la vez, la relación entre medios de noticias y plataformas digitales siempre ha tenido tintes muy tóxicos. No solo mucha gente se queda en las redes sociales o el buscador web, sin de hecho entrar al artículo (por lo que los ingresos se quedan en este nivel). Además, muchos anunciantes deciden dejar de invertir en las mismas empresas de información porque están conscientes de este fenómeno. Así, no es exageración decir que lucran de contenido ajeno.
Que exista un marco legal para mejorar la relación entre medios de noticias y redes sociales no solo ayudará a que se eviten este tipo de abusos, accidentales o conscientes. También creará un marco en donde ambas partes de la discusión podrán exponer sus problemas y quejas, con el fin de mejorar formalmente el sistema. Y, por supuesto, ayudará a que las discusiones sean aún más consistentes que en las iniciativas que Facebook y Google han hecho por su cuenta.
La relación entre redes y medios
Ya en muchas ocasiones se ha hablado cómo estos dos agentes interactúan en el ciclo de producción, distribución y monetización de las noticias. Por ejemplo, que las redes sociales de hecho dictan el consumo de la información tanto en México como el resto del mundo. A la vez, se sabe que los periódicos y portales pueden beneficiarse de estas plataformas, si llegan a una estrategia adecuada. Incluso se sugirió que podrían amenazar mutuamente su negocio.
No se trata de una percepción exclusiva de Australia o de México. En todo el mundo muchos agentes están conscientes de esta relación poco sana. Según IJNet, las redes sociales causan muchos de los retos que afectan a los periodistas, como la expansión de las fake news. Varios estudios afirman que la competencia entre ambos agentes podría estar fragmentando a las audiencias. Otros agentes, como Tech Crunch, creen que su influencia aún es muy distinta.