Por León Felipe Sánchez Ambía
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Cada día son más frecuentes y más grandes las batallas que se libran para defender libertades como las de expresión y acceso a la información. Los protagonistas de la última batalla son Google y China. La potencia tecnológica se enfrenta al gigante asiático. El pronóstico es incierto pero, sin duda, el desarrollo será muy interesante.
Luego de sufrir un ataque “sofisticado y dirigido” en sus servidores, teniendo como objetivo principal las cuentas de correo de activistas por los derechos humanos en China, Google anunció su decisión de no estar dispuesto a seguir filtrando contenidos en ese país y replantear sus actividades en dicho mercado. El problema ha escalado, incluso, a nivel de que la administración del presidente Obama pida formalmente al gobierno chino que se dedique una investigación especializada y una persecución de los responsables en este asunto.
Al inicio de sus operaciones en China, en el año 2006, Google aceptó las condiciones del gobierno Chino y accedió a filtrar los resultados de sus búsquedas de conformidad con lo establecido por las leyes chinas. Esto decepcionó a muchos de sus seguidores debido a que se consideró que la decisión violaba su propio lema que reza “Don’t be evil”.
Lo anterior pone en duda si la decisión de Google se tomó verdaderamente en función de la protección de algunos derechos humanos o si en realidad, como lo declaró su principal competidor en la región Baidu, obedece, más bien, a que no ha sido capaz de establecerse como líder en el mercado chino, con las consecuencias comerciales y financieras que ello implica.
Al parecer las intenciones de Google son las de sentarse con el gobierno chino a negociar alternativas que le permitan prestar sus servicios sin filtrar contenidos. Se prevé que la negativa por parte del gobierno chino tenga como consecuencia el cierre del sitio google.cn y el eventual retiro de Google, oficinas incluidas, del mercado chino.
Esta es una batalla muy importante, sin duda, en torno al ejercicio y defensa de los usuarios de internet en China y del ejercicio de libertades esenciales a nivel mundial. Lo triste es que, a mi parecer, la importancia se le de en función de que afecta intereses económicos y no por el conflicto que representa en torno a los derechos humanos que involucra.
Los grandes buscadores de internet como Google, Yahoo!! y MSN enfrentan hoy varios problemas. Este es un ejemplo y el otro es el proyecto francés de cobrarles un 10% de lo vendido en publicidad como pago de regalías a los autores de ese país por la supuesta distribución de sus obras a través de internet.
A este paso, probablemente dentro de poco tiempo la Internet dejará de ser lo que es hoy. ¿En qué se transformará? ¿Cómo funcionará? Solo el tiempo nos los dirá.
Son las Leyes de Mercado. Asesórese con su abogado.
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