La privacidad de los datos de los consumidores y usuarios se ha convertido en el dolor de cabeza de las empresas relacionadas con internet y Google no es la excepción. Y la razón lamentablemente no es son los descuidos sino la falta de transparencia a la hora de obtenerlos en determinados casos.

Es por ello que el diario The Wall Street Journal ha señalado al gigante tecnológico como responsable de la recolección de los datos médicos de millones de pacientes estadounidenses –sin que estos estuviesen informados– como les consta tras entrevistar a sus fuentes y obtener documentos que así lo acreditan.

Según el rotativo, esta recopilación de datos esta relacionada con el “Project Nightingale” de Google mediante el cual han tenido acceso a la información privada de los usuarios de la compañía médica Ascension, con sede en St. Louis, Missouri.

Al parecer a través de un acuerdo secreto firmado con esta empresa católica –la mayor de su tipo– en 2018, se habría dado acceso a Google a los datos de decenas de millones de pacientes residentes en 21 estados, según señalan desde EFE.

Los datos

El WSJ señala que el gigante de internet ha obtenido los historiales médicos completos de estos pacientes, donde se encuentra información sobre sus diagnósticos, intervenciones, análisis de laboratorio y por supuesto nombres y fechas de nacimiento, tal como han comprobado en los documentos obtenidos.

Sin autorización

En la denuncia planteada por el diario se señala que 150 trabajadores de Google ya habrían tenido acceso a esa data, una situación de la que no eran conscientes ni los pacientes ni los médicos que allí laboran.

La intención al acceder a esta información sería la de nutrir sus datos sobre la industria medica con miras a nuevos negocios, una tendencia que crece entre las grandes empresas tecnológicas.  

De hecho, estos datos estarían siendo usados para crear un software que permita analizar los diagnósticos médicos con inteligencia artificial para confirmar los mismos o señalar posibles cambios. 

Respuesta de Google

Ante los señalamientos realizados por el diario estadounidense, Google ha respondido a través de un comunicado que este proyecto no viola ninguna ley federal en materia de protección de datos médicos.

Al tiempo que alegan que su objetivo es ayudar a mejorar la salud de los pacientes, ser más eficaces, además de reducir costes… Todas excelentes intenciones que se ven ensombrecidas cuando la gestión de los datos de los pacientes no es lo clara que cabría esperar para una empresa de esta envergadura.