Se dio a conocer que Google perdió el martes su intento de escapar de una multa de 2 mil 700 millones de dólares impuesta por los reguladores de la Unión Europea por reprimir ilegalmente servicios de compras en línea rivales, el último de una serie de reveses legales para el gigante tecnológico.

Esto llega, con el panorama de la Comisión Europea impuso inicialmente la multa en 2017 después de determinar que Google había violado la ley al darle a su propio “servicio de comparación de compras” una ubicación prioritaria en los resultados de su motor de búsqueda y al mismo tiempo degradar los enlaces a rivales más pequeños en la región.

El Tribunal de Justicia de la UE en Luxemburgo desestimó la apelación de Google y concluyó que la decisión se impuso correctamente porque apuntaba al abuso de posición dominante por parte de la empresa en las búsquedas en línea.

En ese sentido, la jefa de competencia de la UE, Margrethe Vestager, que ha emprendido varias acciones coercitivas contra Google durante su mandato, describió la decisión como una “gran victoria para la equidad digital”.

“Confirma que @Google favoreció su propio servicio de comparación de precios y limitó activamente las opciones para los usuarios europeos”, añadió Vestager.

Los reguladores europeos han impuesto más de 8 mil millones de dólares en multas pendientes contra Google en un trío de casos dirigidos a su conducta supuestamente anticompetitiva. En septiembre de 2022, Google perdió una apelación de una multa de 4 mil millones de dólares por limitar la competencia de su sistema operativo Android.

Vale la pena mencionar que en 2019, Google recibió una multa de mil 690 millones de dólares por bloquear a anunciantes de búsqueda en línea rivales.

Asimismo, las sanciones son uno de los varios dolores de cabeza regulatorios para Google.

El mes pasado, la compañía recibió un golpe histórico en Estados Unidos cuando el juez de distrito Amit Mehta dictaminó que opera un monopolio ilegal sobre la industria de búsquedas en línea.

En particular, el tribunal señaló la dependencia de Google de miles de millones de dólares en pagos a fabricantes de teléfonos inteligentes como Apple y proveedores de servicios como AT&T para garantizar que su motor de búsqueda esté habilitado de forma predeterminada en la mayoría de los dispositivos. Mehta actualmente está supervisando un segundo juicio para determinar las soluciones apropiadas, que podrían incluir una ruptura del negocio de Google.

Esta semana se inició en un tribunal federal de Virginia un segundo caso del Departamento de Justicia dirigido al presunto monopolio de Google sobre la tecnología de publicidad digital.

En ese caso, el Departamento de Justicia ya está buscando una ruptura forzada del negocio publicitario de Google, incluida la desinversión de su producto Ad Manager.

La abogada del Departamento de Justicia, Julia Tarver Wood, argumentó el lunes que Google mantiene una “trifecta de monopolios” al controlar tanto el lado de compra como el de venta de la mayoría de las ofertas publicitarias en línea, así como un producto que relaciona a compradores con vendedores.

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