Por ahora, ningún empleado de Google en los Estados Unidos estará obligado a regresar a trabajar de manera presencial, algo que estaba previsto para el próximo 10 de enero.
La reconsideración del plan fue confirmada por Alphabet a The Verge.
Por ahora, y hasta nuevo aviso, los empleados corporativos estadounidenses no deberán adoptar un modelo de trabajo híbrido desde esa fecha, como se había indicado en la última comunicación oficial.
De esta forma, el proyecto del fin del home office se ha pospuesto en Google una vez más a nivel general, dejando en manos de cada oficina local la decisión de los plazos.
La compañía de Mountain View ha cambiado su plan de retorno a la manera presencia en varias ocasiones desde que se inició la salida de la pandemia.
Por ejemplo, en agosto de 2021, cuando la variante delta se estaba transformando en una gran preocupación, Alpjhageb djo que la idea era mantener el home office voluntario hasta al menos el 10 de enero de 2022.
Antes, en diciembre de 2020, el objetivo era que volviera a la forma presencial en septiembre de 2021.
La estrategia de Google y el home office
Más allá de los cambios, se entiende que Google tiene todavía en sus planes la intención de seguir con un modelo híbrido que adelantó en mayo de 2021 el CEO Sundar Pichai, donde la mayor parte de los empleados de Google “trabajarán 3 días en la oficina y 2 días desde sus hogares”.
En paralelo, Google abrió las puertas de todas sus oficinas para aquellos que prefieren trabajar presencial uno, dos o todos los días de la semana.
Según la CNBC, Google alienta a los trabajadores a que vuelvan a las oficinas para “volver a conectarse con sus colegas en persona” y para comenzar a retomar la “memoria muscular” de estar en la oficina con regularidad.
Ahora resta saber si la variante ómicron volverá a alterar los planes de Google se iniciar el camino del final del home office.
En el caso de Amazon, lo último que se supo es que los empleados corporativos tendrán en 2022 la opción de trabajar hasta cuatro semanas al año de forma remota desde cualquier lugar del país en el que estén empleados.
Pero, sin contar esas cuatro semanas, la empresa quiere que la mayoría del personal corporativo esté lo suficientemente cerca de sus oficinas como para que puedan llegar a trabajar de manera presencial avisándoles con un día de anticipación.