El día en el que se pueda mandar dinero en un correo electrónico llegó, y aunque por el simple hecho de que Google Wallet y Gmail permitan al usuario cambiar sus hábitos financieros en un determinado aspecto, la realidad es que esta acción tiene implicaciones importantes en el sistema financiero y comercial del mundo.
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El proyecto de Google Wallet, lanzado durante el verano de 2013, originalmente prometía facilitar el comercio electrónico y el manejo de dinero en el móvil de los usuarios, pero ante las dificultades en la firma de los servicios entre las empresas involucradas, tanto de telefonía como de servicios bancarios, la empresa de Silicon Valley optó por usar a Gmail para comenzar capitalizar su intervención en el manejo de dinero.
Según se explica en un artículo escrito por Christopher Mims para Quartz, las transacciones son gratuitas para los usuarios que vinculen sus cuentas bancarias directamente a Google Wallet, utilizando ya sea una tarjeta de crédito o débito tarjeta, con un cargo de 2.9% y con un límite de $10,000 dólares por transacción.
La simpleza de uso sin duda trastoca varios aspecto en el comportamiento y en el uso de la industria financiera on line, pero según dice Mims, lo que menos le importa a la firma de Page y Brin es si la gente usa la función o no, como el hecho de que Google Wallet pueda capturar los datos bancarios y la información de la tarjeta de crédito de los usuarios, en donde el verdadero adversario será Apple , que actualmente tiene 575 millones cuentas activas, gracias a la popularidad de iTunes y la App Store.
“A largo plazo —apunta Mims— el juego tanto para Google y Apple es obvio. En primer lugar, aparecen lo usuarios que entregan un enlace a su tarjeta de crédito o cuenta bancaria, luego se multiplican las formas en que pueden utilizarse el software y hardware para pagar cosas y enviar dinero. Si con ello se puede ganar un pequeño margen sobre esas transacciones entonces se estará en condiciones de darle una mordida a todo el sistema mundial de pagos de tarjetas de crédito.