• Las videollamadas se han convertido en una oportunidad clave dentro del mercado actual.

• Comunicar es una actividad crítica hoy en día y las empresas tienen que estar preparadas para los desafíos que esto exige.

• El uso de Zoom y Google Meets se ha convertido en una tendencia obligada en absolutamente todas las empresas que han tenido que recurrir al home office.

Antes de la popularidad de Zoom y Google Meets, el home office era visto como una prestación laboral muy apreciada entre personas en búsqueda de empleo, según un estudio de Jobvite realizado en Estados Unidos durante febrero y abril, dos meses críticos de la pand3mia.

A mas de medio año con esta situación que ha obligado al trabajo remoto a miles de empresas, el home office se ha convertido en una actividad obligada, cuyo meta máxima es alcanzar la productividad tan necesaria para mantener a empresas operativas y a empleados con ingresos.

Si bien esta contingencia ha obligado a asumir nuevos desafíos en la gestión de talento, las herramientas como Zoom y Google Meets se han convertido en parte de malas prácticas de micromanaging, con las que empresas están desarrollando nuevas propuestas de administración de talento.

Un buen ejemplo de ello lo vimos cuando un testimonio a The Cut advertía el testimonio de una empleada, que aseguraba que su jefe les exigía a todos los colaboradores tener Zoom encendido, como una medida de control de su tiempo, emulando lo que parecía ser el ambiente que se vivía tradicionalmente en una oficina.

Aunado a este y otras tantas tendencias que se han desatado con el uso de apps de videoconferencia, las plataformas como Zoom, Google Meets y Microsoft Teams han protagonizado toda una semana de noticias.

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Microsoft Teams registró una caída a nivel internacional, mientras que Google Meets hizo un anuncio del que después se retractó pero que tiene una pequeña trampa y Zoom demostró que cobra por lo que sabe hacer.

¿Qué es lo que Zoom, Google Meets y tu jefe saben?

Decir que Google Meets, Zoom e incluso Microsoft Teams saben algo que tú no, es que hoy en día estas plataformas se han convertido en una herramienta de micromanaging, mal aplicado cuando son intrusivas y efectivamente usadas cuando se convierten en una prestación laboral, pero cuando se paga por ellas.

Un incómodo momento que Hillary Clinton vivió en plena entrevista en televisión lo demuestra, cuando la demócrata estaba en una llamada por Zoom con conductores de MSNBC y de repente apareció un mensaje donde se le advertía que su encuentro terminaría en 10 minutos.

Former Secretaries of State/winners of presidential popular vote also get time limits on Zoom/video conferencing. pic.twitter.com/cHKgAZrk8x

— Paul Kane (@pkcapitol) September 30, 2020

La famosa plataforma de videoconferencias cobra a partir de 149 pesos por servicios que permiten tener reuniones ilimitadas.

Google Meets también comprueba por qué debe ser una prestación laboral, por la cual tu empresa debería de pagar por ello.

Esta semana la plataforma se arrepintió por cobrar por las reuniones grupales de más de 60 minutos y lo hizo porque tiene un universo millonario de usuarios usando su ecosistema de servicios y no les iba a dar un pretexto para buscar opciones, aunque si les ha dado una opción para pagar por la plataforma.

Y es que la app cuenta con una función de cancelación de sonido de fondo, por lo que si el perro de la casa ladra, abres una puerta o tecleas, este no se oirá y te permite poder intervenir en cualquier momento de la videoconferencia y en cualquier lugar. Esta función la ha extendido al smartphone, razón extra para considararla una prestación que te ayudará a ser un nómada digital en tu propia casa, para evitar que estés confinado en la esquina más silenciosa de ella.