Por Alan Campos
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Hace exactamente 12 años (octubre de 2002) el empresario tapatío Jorge Vergara Madrigal se hizo con la propiedad de uno de los equipos de futbol más populares del país, el Club Deportivo Guadalajara, el cual además es (o era) una de las marcas mexicanas con mayor potencial, mismo que Vergara buscó aprovechar a través de diferentes negocios.
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Tan sólo un par de años después de la compra del Guadalajara (2004), Vergara tomó la decisión de exportar la franquicia a la MLS a través de la creación del Club Deportivo Chivas USA, el cual se instaló en la ciudad de Los Ángeles con el firme objetivo de explotar la gran cantidad de latinos que habitan en dicha urbe.
En un principio el razonamiento de Vergara parecía bastante válido; sin embargo, con el paso del tiempo Chivas USA demostró ser un proyecto condenado al fracaso (mismo que se ha consumado este lunes con la desaparición del equipo tras 10 años de existencia) como sucede con la mayoría de las marcas que buscan trasladarse a un nuevo mercado, pero sin adaptarse a las características de éste.
Pero la desaparición del equipo no debe de ser vista como una sorpresa, sino más bien como una advertencia para su ‘hermano mayor’, quien atraviesa un momento sumamente complicado dentro de la liga local, mismo que podría terminar con el descenso del equipo, el cual se sumaría a la interminable lista de fracasos que Vergara ya suma en su manejo de la marca Chivas.
Sería absurdo decir que el empresario no tiene idea de cómo hacer negocios, después de todo logró convertir a Omnilife en una empresa sumamente exitosa y la base de su fortuna; sin embargo, cuando se ha tratado de Chivas, Vergara simplemente ha esperado que el nombre venda por si sólo situación que ya le ha dejado varios fracasos (o alguien se acuerda de la Chiva Cola, por ejemplo).
Indudablemente lo acontecido con Chivas USA se pudo haber evitado de realizar una verdadera adaptación de la marca a los requerimientos del mercado estadounidense y no tratando simplemente de realizar una mala copia, como finalmente terminó siendo el conjunto angelino.