El mercado de telecomunicaciones y medios no había tenido una relación tan intrínseca en la historia de la industria, debido a la trascendencia de los contenidos y el papel que juegan los mercadólogos en la comprensión digital y su integración con recursos tradicionales como la televisión o los canales impresos.

Desde esta óptica resulta interesante ver las decisiones corporativas que se toman, con la finalidad de crear escenarios que definan el futuro de estas organizaciones y el papel que encuentran en la comprensión de los recursos que se tienen a la mano.

Un ejemplo de este es la polémica compra que AT&T busca concretar de Time Warner, grupo que tiene entre su cartera de productos a Warner Bros. HBO y revistas como Time, Fortune, Sports Illustrated o Entertainment Weekly.

La operación fue detenida por el Departamento de Justicia, al considerar que la maniobra de un valor de 85 mil millones de dólares, 108 mil mdd incluída la deuda, no cumple con las regulaciones de competencia que hay en el país.

A pesar de que el gobierno estadounidense ha dado sus argumentos, es necesario destacar las fuertes diferencias entre Donald Trump y CNN, cadena de noticias de la que Time Warner es padre corporativo, luego de que el propio mandatario asegurara en campaña que de llegar a la mesa ejecutiva del gobierno de EU, impediría a AT&T salir de compras.

Anteriormente habíamos reportado que el primero en manifestar su disgusto ante el anuncio del gobierno fue el CEO de AT&T, Randall Stepherson, quien incluso aseguró que el Departamento de Justicia nunca le pidió personalmente que vendiera ambos activos. Dichas expresiones causaron disgusto entre autoridades estadounidenses, quienes ahora parecen tener una confrontación directa con AT&T.