Por: Joel Gómez
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El viernes pasado el espía número 1 del gobierno de Estados Unidos, Keith Alexander, director general de la Agencia de Seguridad Nacional, y también titular del Ciber Comando de Estados Unidos, se presentó en la convención más grande de hackers de América, el “DefCon”, que año con año se celebra en Las Vegas.
Frente a una audiencia de más de 16,000 hackers, todos de pie, dio un discurso aparentemente motivador: “En este lugar, justo aquí, se encuentra el talento que nuestra nación requiere para asegurar el ciberespacio. Necesitamos grandes talentos. No pagamos tanto como otros, pero somos divertidos.”
“DefCon” es el más viejo, mas loco y menos oficial hermano de “BlackHat”, una -también famosa- Convención de Seguridad Informática que usualmente se lleva a cabo en las mismas fechas también en Las Vegas.
La diferencia principal es que al “DefCon” asisten los verdaderos hackers, muchos de ellos considerados y probablemente buscados como delincuentes cibernéticos por las autoridades de Estados Unidos, y al “BlackHat” asisten ciberpolicías y gente de la industria de la seguridad informática. Obviamente a ambos eventos asisten “colados” del bando opuesto.
Tengo buenos amigos que han ido al DefCon en varias ocasiones y las anécdotas que cuentan suelen dejar a cualquier película de hackers como cosa del pasado. Cajeros automáticos falsos instalados en el hotel, a un lado del salón de convenciones, retos para ver quién hackea primero a quién, todos cuidándose de las redes wi-fi abiertas, y lo más interesante, ver quién descubre primero a los policías infiltrados en la reunión (disfrazados de “hackers” según ellos).
Pero volviendo al tema, me parece un mensaje difícil de procesar el que envió Keith Alexander. No me imagino a Yoda pidiéndoles ayuda a los soldados imperiales y Siths para que junto con Jedis mantengan la seguridad de la República Galáctica. Creo que el discurso de este “súper espía” puede llevar a diversas conclusiones o interpretaciones, entre ellas: (1) el gobierno de los Estados Unidos no tiene (por si solo) la capacidad de enfrentar la delincuencia y las amenazas cibernéticas; (2) es bueno ser un delincuente informático, pues el gobierno me puede contratar; (3) si el gobierno del país más poderoso del mundo esta pidiendo ayuda es porque están desesperados, algo anda mal.
Keith cerró su discurso diciendo que “nosotros somos los que construimos este internet (citando a agencias clave -como DARPA- que jugaron un rol decisivo en el nacimiento de la red), ahora nosotros somos los que los tenemos que mantener seguro, y creo que ustedes nos pueden ayudar a lograrlo”.
¿Tu contratarías al ladrón que entró y te robó tu casa para que te diseñe un sistema de seguridad física?