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Tesla se ha vuelto al día de hoy en una opción para competir en el mercado y reconocer lo importante que es ser pináculo en una industria.
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La alianza de General Motors con Tesla facilita la operación de carga.
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El valor del mercado automotriz se ha valido de innovación en los productos que se venden.
Mary Barra, Directora Ejecutiva de General Motors, anunció que la empresa automotriz que encabeza se rindió ante la red de centros de carga eléctrica de Tesla y ahora los autos de GM con esta tecnología accederán a los doce mil supercargadores que opera Tesla en Estados Unidos y que le han dado hasta ahora parte del liderazgo que mantiene en la categoría de autos eléctricos y también los de conducción autónoma.
“Nuestra visión del futuro totalmente eléctrico significa producir millones de vehículos eléctricos de clase mundial en todas las categorías y puntos de precio, al mismo tiempo que se crea un ecosistema que acelerará la adopción masiva de vehículos eléctricos.
Esta colaboración es una parte clave de nuestra estrategia y un próximo paso importante para expandir rápidamente el acceso a cargadores rápidos para nuestros clientes. No solo ayudará a que la transición a los vehículos eléctricos sea más fluida para nuestros clientes, sino que también podría ayudar a que la industria avance hacia un único estándar de carga en América del Norte”, explicó Barra.
La declaración de la directiva advierte que los vehículos de GM podrán cargarse en las terminales de Tesla a partir de 2024 con un adaptador especial y será hasta 2025 que la cadena de producción de una de las marcas más viejas de Estados unidos comience con su adaptador integrado, para cargarse en las terminales de Tesla.
Bajo este precepto se impone un importante esquema de colaboración de las marcas y es que dentro de una industria se da prioridad a las marcas con ventaja competitiva clara, como una forma de ceder cargas operativas y realmente no es una novedad, de hecho están replicando el modelo de proveeduría con el que han venido operando sus armadoras.
Recordemos que la proveeduría se ha vuelto crucial en la operación de las marcas automotrices cuando se trata de producir automóviles en masa, por lo que termina siendo llamativo que este esquema llegue ahora al negocio de autos eléctricos, donde la operación está liderada por Tesla, que cuenta con una red operativa y con servicio probado de terminales de carga, por lo que las marcas en lugar de pensar en construir toda una red desde cero, están colaborando.
Esto es importante en operaciones, porque si vemos los estimados de Kantar, Tesla es la marca más valiosa del segmento automotriz en el mundo, siguiéndole Mercedes-Benz y Toyota entre las marcas más poderosas del segmento.
Ante esta dinámica se han impuesto importante características de valor de marca en el mercado, que tienen que ver con la alianza estratégica, mediante la cual se definen recursos de interés en consumo, como establecer marcas líderes en el segmento no solo como fabricantes de autos, también como prestadoras de servicio.
El mejor caso al respecto lo vimos cuando se estableció un esquema de producción, en que las marcas se estrenaron en la prestación de servicios, lo que dio pauta a una serie de prácticas cada vez más completas, sobre todo siguiendo un esquema que se ha vuelto toral en la actualidad, que es la eficiencia y la practicidad. Esto ha llevado a las industrias de retail, por ejemplo, a que marcas como Walmart se asocien con Adobe para vender su software al resto de competidores en retail.
““Nos emocionamos cuando anunciaron que iban a trabajar con la tecnología de Adobe para permitir que las personas hicieran esta última milla de comercio, para interactuar directamente con los clientes. Esperamos que la asociación con Walmart aproveche para nosotros su alcance, su distribución y su deseo de permitir que más clientes lo hagan”, comentó entonces Shantanu Narayen, CEO de Adobe.
Hoy más que nunca se han establecido pautas de trabajo donde las marcas agremiadas en un sector logran distribuir el peso de todo el sector en que compiten, para evitar que el peso que requiere cargar una marca se convierta en un estorbo y al agregarlo a un proveedor, que puede ser un competidor, esto acabe.