General Motors Company (GM) rechazó este domingo que la firma automotriz considere transferir su producción de autos compactos de México a Estados Unidos, pese a las amenazas y críticas del presidente electo, Donald Trump.
Mary Barra, directora ejecutiva de GM, señaló en rueda de prensa que los proyectos de manufactura de un vehículo son realizados con mucho tiempo de anticipación y que éstos no pueden ser revertidos fácilmente.
“Este es un negocio de largo plazo con inversiones altamente intensivas de capital. Son decisiones que fueron tomadas hace dos, tres o cuatro años”, explicó Barra.
La ejecutiva respondió así a la posibilidad de que GM pudiera transferir la producción de uno de sus modelos de México a Estados Unidos luego de que Trump amagara con imponer a la empresa un “fuerte impuesto fronterizo” a estos productos.
“Cuando te fijas en los (modelos) Cruze sedán, los Cruze sedán para el consumo de Estados Unidos se construyen aquí”, añadió la directiva.
La semana pasada, Donald Trump afirmó en su cuenta de Twitter: “General Motors está enviando sin pagar impuestos en la frontera los modelos Chevrolet Cruze hechos en México a distribuidores de Estados Unidos. Háganlos en Estados Unidos o paguen un fuerte impuesto fronterizo”.
General Motors fabrica modelos Cruze en su planta de Lordstown, en el estado de Ohio, en tanto que su modelo de cinco puertas (hatchback) es fabricado en su planta de Coahuila.
Alrededor de 4 mil 500 de estos vehículos construidos en México fueron vendidos en Estados Unidos en 2016, de acuerdo con la propia empresa.
El presidente electo también amenazó la semana pasada a la japonesa Toyota con cobrar un “fuerte impuesto fronterizo” si invertía en México a fin de exportar autos a Estados Unidos, además de que criticó durante meses a Ford por sus planes de aumentar su producción en territorio mexicano.
Ford anunció la semana la cancelación de una inversión de mil 600 millones de dólares en México.
Mientras tanto, el sábado pasado Fiat Chrysler informó que invertiría mil millones de dólares para renovar una de sus plantas en el estado de Michigan para producir camionetas modelo Ram que ahora ensambla en México.
En las declaraciones a medios de información, Barra consideró que “es muy pronto para especular” acerca del impacto potencial del posible impuesto fronterizo mencionado por Trump.
Subrayó que General Motors busca ser “parte de la solución que permita a Estados Unidos fortalecerse junto con sus empresas”.