La filial de General Motors en Venezuela despidió a través de un mensaje SMS a casi 2 mil 700 trabajadores en el país, confirmaron a dos empleados de la empresa a la agencia Reuters.
GM anunció la semana pasada que autoridades de ese país habían confiscado ilegalmente su planta en la ciudad industrial de Valencia. La firma señaló que este embargo le había causado un daño irreparable.
“GMV informa que se realizó a su cuenta la transferencia de sus prestaciones sociales por la finalización de la relación de trabajo”, avisó la compañía a través de un mensaje de texto desde un número en Estados Unidos, según dos exempleados de la automotriz.
Durante el 2016 y 2017 General Motors no ensambló ningún vehículo en la planta que por 35 años operaba en el país, y sólo continuaba fabricando repuestos con menos de un tercio del personal puesto que más de 2 mil empleados permanecían de permiso por la falta de materia prima, indicaron los trabajadores a la agencia Reuters.
“A todos nos llegó un pago y un mensaje de texto el viernes”, dijo bajo condición de anonimato una persona que trabajó por casi dos décadas en la automotriz. El fin de semana su correo electrónico corporativo fue desactivado.
Otro empleado, que tenía cinco años trabajando en la empresa y que contó que recibió el mismo mensaje en su móvil personal y un pago a su cuenta, comentó por su parte: “Nuestros exjefes nos dijeron que los directivos se fueron y todos fuimos despedidos. Ya no hay nadie en el país”.
Dos líderes sindicales dijeron no tener información oficial de la empresa sobre los despidos, pero admitieron que la mayoría de trabajadores recibió el mensaje junto con un depósito en sus cuentas bancarias. Uno de ellos agregó que la planta había comenzado a ser desmantelada desde hace unas semanas.
Una corte local ordenó la semana pasada embargar los activos de la compañía a favor de dos concesionarios que habían interpuesto una demanda en el año 2000 contra la filial venezolana de GM, por supuestamente incumplir con la venta de unos 10 mil vehículos.
GM se suma a una serie de firmas estadounidenses afectadas por la dura situación que vive la industria automotriz venezolana, que padece por falta de materia prima, luego de complejos controles monetarios y producción local estancada.
Es tal la situación que debido a esto, en febrero sólo se vendieron sólo 215 autos.
De acuerdo con la Confederación de Industriales (Conindustria), el gobierno de Nicolás Maduro y el de su predecesor Hugo Chávez, han expropiado más de mil 400 empresas y activos privados desde su llegada al poder en 1999.
No es la primera vez que una empresa despide vía telefónica a sus empleados en Venezuela. La estadounidense Clorox hizo lo mismo hace dos años al anunciar su retiro del país petrolero tras considerar inviable sus operaciones bajo la recesión económica que arrancó en el 2014.