La generación Z, aquellos nacidos entre 1995 y el 2005, ha estado en el ojo de los mercadólogos desde hace algunos años ya que cambiarán el paradigma de consumo e incluso de los contenidos. Durante el noveno congreso de mercadotecnia, Álvaro Rattinger, director general de Merca2.0 expuso los retos a los que se enfrenta el marketing con este sector de la población.
Dentro de los aspectos que describió Rattinger, es que este segmento ve como natural la diversidad en las personas, así como la percepción de la vida como roles, además de que los hechos que tenga la generación Z afectará a los demás.
Lograr identificar sus patrones, gustos y disgustos se convierte en un desafío ya que en el corto tiempo serán aquellos que lideren el consumo como ahora lo son los millennials. “Ellos saben que lo más importante en su vida social es como los ven en las plataformas digitales” detalló el directivo.
Al estar completamente identificados con el internet, la convivencia con el streaming se vuelve orgánica, por lo que no entienden de horarios, esto también transforma los métodos en los que consume entretenimiento, noticias, entre otros, por lo que no se muestran incómodos con la publicidad que aparece en las diversas plataformas sociales; aunque esto también representa un punto en contra, ya que su paciencia se ve reducida considerablemente frente a otras generaciones.
De acuerdo con Sodexo, actualmente existen alrededor de dos mil millones de este segmento a nivel mundial y para 2025 se proyecta que representarán a uno de cada tres trabajadores; es por ello que el cambio generacional está a contra reloj por parte de las marcas, en especial si tomamos en cuenta que la percepción de la vida es diferente.
Es por ello que identificar las necesidades y adecuarlos a productos y estrategias se volverá fundamental para las firmas, productos y servicios. No sólo eso, ya que marcarán la pauta de como es que se generan nuevos canales de comunicación, ejemplo de ello son los influencers quienes son más reconocidos que artistas de Hollywood.
