Objetos de vidrio impresos directamente de la arena, gracias a un sistema de impresión en 3D solar, es lo que ha logrado desarrollarse a partir del proyecto Solar Sinter, del estudiante británico de diseño Marcus Kayser.
Para poner a prueba su innovación, Kayser tuvo que viajar hasta el Cairo en Egipto, porque el nublado cielo londinense no le proporcionaba la suficiente potencia como para que su impresora alimentada por la luz solar, demostrara su potencial.
Así que se envió el artefacto de más de 90 kilos al desierto del Sahara para calentar la arena a su punto de fusión y luego enfriarlo para conformar figiras sólidos directo de las dunas del desierto.
Su primer impresión 3D fue un recipiente cóncavo, después de más de cuatro horas de trabajo y más tarde varias esculturas. Keyser admite que no son perfectos pero que la idea consistía en mostrar el potencial.
Para llevar a cabo la impresión coloca la estructura perpendicular a los rayos del sol , luego se diseña primero el objeto que desea imprimir en un CAD. Su ordenador envía instrucciones a la impresora, que funciona de abajo hacia arriba.