Por Paco Santamaría y Anaí Aguilar
Paco X. Son Olga y Adriana. Dos mamás de niños casi adolescentes que hoy inauguran su espacio. Una tienda vintage en Coyoacán. Decidieron emprender y darle un sentido a sus vidas, más allá de las funciones de cuidar la casa y educar a los niños. Trajeron el concepto de la tienda de Europa. Puedes comprar ropa de niños y mujeres semi nueva de marcas premium a precios muy accesibles. La fórmula es sencilla: Firmas un contrato a tres meses y la ropa está en consignación mientras se vende, luego te la pagan y ellas ganan un margen importante, ¿cómo ves? las mamás se están poniendo las pilas. Ya no son como eran antes.
Anaí Y. ¡Bien por las mamás! Esto es el siglo XXI… Thats what I am talking about! Pero… no sé si la cultura mexicana acepte abiertamente ese nuevo “tipo de venta”. ¿Tú comprarías algo así?
Paco X. Yo sí. Un buen saco, de una buena marca. Y si tuviera hijo también, la ropa de niño es muy cara y la dejan rápido.
Anaí Y. Pero, ¿te imaginas a una niña en la mera pubertad, popular en su escuela, que marca tendencias… y llevarla a comprar su ropa a esta tienda?
Paco X. Hablaste como todo una Y, estoy orgulloso de ti. A mí no me hubieran preguntado nada, me obligarían a ir a la tienda y me comprarían ropa. Mi padre me diría: ¡Qué tendencias ni que nada! No había pensando en tu punto, si quizá la tienda está más dirigida a mujeres adultas y niños, esos sí que no pueden opinar mucho sobre tendencias jajaja.
Anaí Y. Probablemente sea algo en su contra; pero no todo siempre marca tendencia, y mucha gente lo busca así. Puedes darte el lujo de vivir como artista, y tener tu ropa “prestada”. Como sea, más allá de moda o no, me encanta la idea de emprender y hacerlo en México, y que lo busquen las mujeres. Me gustaría escuchar cifras. De todos los negocios incubados en México, ¿cuál es el porcentaje de mujeres que son líderes? (Si no lo sabes, búscalo en la enciclopedia. Ja! completamente X, no?)
Paco Y. Soy un enemigo de las cifras. Lo que sí sé es que hace dos años me tocó organizar y convocar a una cata para los 10 hombres empresarios más influyentes de México y las 10 mujeres empresarias más influyentes. Lo de los hombres fue relativamente fácil, lo de las mujeres fue una pesadilla, de las 10 mujeres: 5 viven fuera del DF, la lista de prospectas es más reducida y cuidan mucho su balance laboral, terminan de trabajar y se dedican a la familia. Cero fiestas. Al final, a la cata de hombres llegaron 16 y a la de mujeres 8.
Anaí Y. Los tiempos cambian, yo estudio una carrera que busca la gestión de empresas, y de 22 personas, 10 somos mujeres. Un profesor dice “tengan por lo menos una mujer en sus equipos, son tan estructuradas, todo funciona a la perfección”
Paco X. Mi oficina está plagada de mujeres, son mucho más inteligentes, luchonas y estructuradas que nosotros los hombres, sin duda.
Anaí Y. Tengo una amiga que se coló al consejo de una organización que apoya a las mujeres a nivel internacional, de hecho existe una constitución que protege a la mujer en el ámbito laboral, y participan tanto hombres como mujeres activistas. Las anécdotas son impresionantes. Me encanta. ¿Quién iba a decir que el rol de la mujer profesional todavía está un poco limitado en siglo XXI?
Paco X. Por lo menos aquí en México sí, todavía. Ustedes los Y son los que se encargarán de revertirlo y mejorar la situaciones de género en todos los sentidos, eso espero. Aquí realmente se va a ver la diferencia y el avance generacional.
Anaí Y. ¡Exacto! ¿En qué país ves esta área mucho más desarrollada?
Paco X. La cosa no es geográfica. El mundo en general necesita abrirse a cuestiones de género. Entender mejor a las mujeres y compartirles más poder.
Anaí Y. ¿Por qué una mujer gana menos que un hombre estando en el mismo puesto?
Paco X. Porque nuestro mundo está pleno de misoginia y de mujeres que compiten contra mujeres.
Anaí Y. La unión hace la fuerza. Si siguiéramos el instinto animal, y respetáramos a los de nuestra misma especie, seríamos más fuertes. Menos destrucción, menos competencia, más armonía. No quiero decir que las mujeres vayamos a transformar el mundo, pero sí somos una base muy importante para el funcionamiento de la vida. El ámbito profesional, hoy, ya es parte de nosotras, es un mundo que en unos años será dignamente llamado “unisex”.
Y tú Juanita, ¿qué quieres ser cuando seas grande? – presidente de la nación.
Pueden encontrar en Facebok la boutique vintage de Adriana Marín y Olga Aliseda como Bueno, Bonito y Barato. Mucha suerte mamás.
Sobre los autores de este texto…
Paco Santamaría (especialista en youth marketing) tiene 36 años y es sagitario. Estudió comunicación y un posgrado en producción audiovisual en Madrid, España. Ha sido telefonista en atención a clientes, entrenador y facilitador, consultor, maestro, analista, gerente, director, vendedor, documentalista, productor, periodista, bar tender, mesero, copy, mercadólogo, freelance, investigador, RP y empresario. Es un sibarita de tiempo completo y un soñador.
Anaí Aguilar tiene 19 años y es virgo. Estudia creación y desarrollo de empresas. Su crecimiento personal empezó hace cinco años como niñera, su crecimiento espiritual hace dos años con clases de yoga, su crecimiento profesional hace tres años en una empresa de publicidad, y su crecimiento intelectual hace un año en la universidad. Hoy, es una soñadora pero activista, que cree en la energía positiva de la gente.