Por Paco Santamaría y Anaí Aguilar
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Anaí Y. Son las 9:15 de la mañana, y ya tengo tres llamadas perdidas de Paco, le regreso la llamada 10 minutos después, y su ‘buenos días’ se traduce en un ‘¿por qué la gente (ósea yo) no contesta su celular, entonces para que lo tienen?’ Ligeramente molesto. No supe que contestar. Pero después de colgar con él, me quede pensando… Estamos tan acostumbrados a que la gente esté disponible a la hora que queremos, cuando queremos, como queremos. Tenemos que desaprender ese hábito, ¿no?
Paco X. No lo creo, ya es parte de nuestra vida postmoderna. De nada sirve quejarnos ahora. La tecnología ya está aquí y como se dice llego para quedarse. Lo que debemos de hacer es adaptarnos y nivelar nuestra vida. Tener control y espontaneidad. Seguir viviendo y capitalizar la tecnología, y besar más. ¿O no?
Anaí Y. Dices bien, no podemos pelear con la tecnología, pero tampoco es el centro de nuestra vida y comunicación. Es sólo una herramienta más, que nos facilita la vida. Mas no la construye. He conocido a muchas personas que están regresando a celulares de juguete: recibe y hace llamadas y mensajes. Simple. ¿Por qué?
Paco X. Yo traigo uno de esos, es marca Nokia y me costó 250 pesos. Es mi forma de protestar en contra de las compañías telefónicas, como forever, me revelo y les digo: “No te necesito tanto y puedo vivir sin tus smartphones”; pero eso sí, siempre contesto (no como a ti que hay que intentar llamarte varias veces). Equilibrio, ¿no?
Anaí Y. No creo que sea protesta. Si así lo fuera, regresaría a lo básico. ¿Por qué estamos tan atados a la tecnología y a las empresas que la trabajan? ¿En qué momento nos vendieron la idea de que es tan necesario? ¿Por qué nos volvimos tan localizables?
Paco X. Porque todos, seamos como seamos, queremos trascender; dejar huella y las marcas lo aprovechan. Es parte de nuestra naturaleza ¿o tú no quieres dejar ninguna huella y que no hablen de ti? ¿Qué te gustaría que dijeran de ti cuando estés muerta? ¿Qué diría tu lápida?
Anaí Y. Diría “Anaí Aguilar, siempre buscando ir por más”…. No diría “Anaí Aguilar, cliente Movistar”… Me perdí en el uso del celular y la trascendencia.
Paco X. Perdón, ando crudo. Aunque sí tiene que ver un poco. Que seguimos evolucionando porque nunca nos conformaremos con lo que tenemos, siempre vamos a querer más. Como tú lo dices. Ambiciosos y repletos de vacío. No tenemos “llenadera” como diría mi tía Chela. Estamos apegados a la tecnología porque ya es parte de nuestra tecnología y nuestra vida. Es un viaje sin regreso. ¿Tendremos remedio o hasta donde llegaremos?
Anaí Y. Eso es lo interesante. Nuestra capacidad de aceptación tiene un límite. Por eso las fases generacionales funcionan para las marcas, porque mientras unos dicen “no más” otros lo exigen. ¿Tú en que etapa estás?
Paco X. Por ejemplo, tú y yo casi no nos vemos aunque tenemos contacto muchos horas a distancia en cada semana, pero hoy nos vimos dos horas y nos siento más cercanos ¿Por qué?
Anaí Y. Regresamos a lo básico. Nos comunicamos mejor. Aunque invertimos más tiempo. Tiempo de calidad, algunas veces vale la pena eso, y algunas otras capitalizar el tiempo, y para eso utilizamos la tecnología. ¿No crees?
Paco X. Sí para estrechar relaciones y para alejarse de las personas. Contradictorio, como el ser humano. ¿Le entras al juego o no?
Anaí Y. Muy fuerte. I’m in… Y yo creo que unos mil millones de personas más. Finalmente siempre funciona, bajo el principio de redes…
Paco X. Cada día sé menos, lo único que puedo decir es que nos hacen falta más abrazos y menos tecnología. Y si no me creen, intenten abrazar a alguien hoy y procesen lo que sienten.
Anaí Y. Nuestra forma de expresión diaria son signos de exclamación, y emoticons :), 😉 etc…. Abracemos más. Independicémonos de nuestro Blackberry. Los reto a dejarlo un fin de semana. ¿Podrías?