Por Paco SantamarĂa y AnaĂ Aguilar
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Paco X. Estoy aquà frente a ti escribiendo esta columna, lo que nos separa es un café, tú latte y yo expreso, ¿no se te antoja otro? ¿Qué representa un café para ti?
Anaà Y. Para mà el café es un momento de calma. Es la forma de consentirme. Pero lo cierto es que sólo es un horario y un lugar y una situación cuando se me antoja. Para ti, ¿qué es?
Paco X. Totalmente lo contrario, para mĂ representa actividad, trabajo, pensar. Yo escribo con un cafĂ©. TambiĂ©n es un mercado de millones de dĂłlares, Âżlo sabĂas?
AnaĂ Y. No conozco el dato, pero es algo muy obvio, Âżno? De pronto vemos en cada esquina un Starbucks, y en la esquina de enfrente, un Oxxo con su máquina de cafĂ©. Está en todos lados. Y ya es parte del consumo diario de una persona. ÂżPor quĂ© se habrá puesto tan de moda? ÂżA quiĂ©n le atribuirĂas el crĂ©dito?
Paco X. No hay un solo autor. Ni a quien darle fama. Se llama proximidad y servicio. Lo que está prĂłximo es lo más fácil y si te sonrĂen está mejor, Âżo no?
AnaĂ Y. Cierto. Proximidad y moda. El secreto es pegarle a la campana de lo comercial. De ahĂ todo es más sencillo, aparentemente. Cuando uno le pega, es más sencillo repetir su modelo. Cuando tenĂas 15 años, ÂżquiĂ©n tomaba cafĂ©?
Paco X. QuĂ© buena pregunta, ahora recuerdo que acompañaba a mi abuelo todos los sábados a Sanborns, le encantaba coquetear con las meseras y siempre intentaba ligárselas. Y Ă©l siempre me decĂa que tomar cafĂ© era muy importante y tambiĂ©n lo que rodeaba a tomar cafĂ©, las pláticas de negocios, las charlas de cafĂ© y todo lo que rodeaba. Cuando tenĂa quince sĂłlo mi abuelo tomaba cafĂ© y esto me perecĂa arcaico. ÂżCĂłmo han cambiado las cosas no?
AnaĂ Y. Definitivo. El cafĂ© expandiĂł sus lĂmites, y conquistĂł nuevos mercados.  Eso sĂ, no solo cambiĂł el sujeto, sino que el cafĂ© de ahora es muy diferente al de antes. ÂżCuándo te imaginarĂas a tu abuelo tomando un Caramel frapuccino con leche light?
Paco X. Para nada, serĂan muchas opciones para Ă©l, pobre. Ă©l lo que querĂa era pasar un rato agradable y cachondear con las meseras. Eso es lo que han explotado, le han dado un sentido glam y cool al sĂłlo tomar cafĂ©. Yo creo que a veces nos harĂa falta ser un poco más puristas, por ejemplo, ÂżsabĂas que del 100 por ciento de cafĂ© que consumimos, sĂłlo el 20 por ciento es chocolate real?
Anaà Y. A ver, ¿cómo está ese dato? Cuéntanos más.
Paco X. Que cada vez estamos perdiendo más el sabor al producto y al origen. En MĂ©xico comemos muy poco chocolate real, lo demás es sustituto de cafĂ©, esto lo aprendĂ en el evento que no me acompañaste de la alianza de Barry Callebaut y TurĂn que van abrir una planta de chocolate real en Toluca y le van a invertir unos 30 millones de dĂłlares, ÂżcĂłmo ves el mercado, está bueno no?
Anaà Y. ¿Qué industria es más grande? ¿La del café o la del chocolate?
Paco X. Muy buena pregunta, no sé quizá la del chocolate. Yo creo que las dos tienen el mismo tamaño. ¿Tú qué consumes más?
Anaà Y. Yo definitivo café. Aunque no es lo mismo gastar 30 pesos diarios por café, a 5 pesos por un chocolate. ¿Estás de acuerdo?
Paco X. Necesitamos más datos duros, pero yo creo que son industrias un poco similares. Lo importante es que ambas se han puesto las pilas, ¿o no las ves muy activas a las dos?
AnaĂ Y. Si, es impresionante. Han sabido utilizar muy bien sus encantos. Y la moda. La moda es un tema tambiĂ©n bien interesante, pero ese ya otro dĂa. ÂżCrees que el cafĂ© sea una moda?
Paco X. El café y el chocolate son modas placenteras.
AnaĂ Y. De acuerdo a un artĂculo de Negocios e Industrias, AmĂ©rica EconomĂa, MĂ©xico produce alrededor de 4.6 millones de sacos de 60 kilos de cafĂ©. Eso sĂ, Starbucks no compra cafĂ© de las fincas de MĂ©xico porque no promete calidad; por lo cual, sin una certificaciĂłn en alta calidad, estamos perdiendo de vista nada más 80 millones de dĂłlares para la industria. Mejor nos ponemos las pilas porque el mercado internacional para cafĂ©s de especialidad crece a una tasa del 20 por ciento anual.