Llega el Consumer Electronic Show 2013, el evento cumbre de la tecnología de consumo del mundo, y con él toda una avalancha de nuevos gadgets, esos objetos que son objetos de nuestro deseo y obsesión, entre ellos smartphones y tablets. Tan sólo durante 2010 se vendieron alrededor del mundo 43.6 millones de tablets, mientras que según IDC durante 2012 la cifra llegaría a los 63 millones. En México, tan solo en cuanto a smartphones, de acuerdo a la misma empresa, se espera un incremento del 78% al cierre del 2012, pasando de 5.08 millones vendidos en 2011 a 9 millones para 2012. Esto es tan sólo una muestra de porqué este tipo de artefactos cambiaron y siguen transformando nuestro modo de interactuar con la tecnología, al igual que la relación de las marcas con los consumidores.

5.20 am. La alarma de tu smartphone suena para ir al gimnasio. Despiertas para cambiarte y te pones los tenis que poseen un sensor que reporta los resultados del esfuerzo realizado en una app.  En tu antebrazo derecho conectas tu reproductor mp3 para hacer más ameno el ejercicio. No han pasado ni quince minutos desde que te levantaste y tu vida ya está conectada a tres “gadgets”; pudiste haberte despertado con tu viejo reloj, contar tus latidos manualmente y olvidarte de la música, lo que te hace pensar en lo “necesarios” que son.

Esos aparatos que por definición son dispositivos que tienen un propósito y una función específica, generalmente de pequeñas proporciones, prácticos y a la vez novedosos, que suelen tener un diseño más ingenioso que el de la tecnología corriente, inundan cada vez más nuestras vidas. De acuerdo a psicólogos como Sandra Sosa, los famosos “gadgets”, cubren un sentido de pertenencia dentro de los consumidores: “Al poseer este tipo de dispositivos –sean útiles o no–, el individuo se siente parte de un grupo muy particular de personas, aquellas que entienden su propio lenguaje y necesidades, lo que muchos expertos llaman ‘tribus digitales’, con códigos y reglas”.

De acuerdo a números de la empresa Strategy Analytics, el número de smartphones vendidos a nivel mundial se incrementó un 75 por ciento durante el último trimestre del 2010 con respecto al mismo periodo del 2009, llegando a la cifra de 94 millones, es decir un 24 por ciento de incremento, resultando a la postre en 400 millones de unidades vendidas de manera global el año pasado.

Es ahí donde las marcas ven una oportunidad real, para las fabricantes de tecnología de incrementar su participación en el mercado, como para el grueso de las demás, de interactuar con el consumidor a través de apps y desarrollos específicos. Para Antonio Hidalgo, director de mercadotecnia de LG –marca que en 2011 reportó ventas por más de mil millones de dólares México– la apuesta con el consumidor mexicano es que esté a la vanguardia en un mercado competitivo como el nacional: “Somos ya número uno en televisores, aires acondiciones, refrigeradores multipuerta, hornos de microondas, en telefonía celular eramos el número cinco y ahora somos el segundo. Nuestra inversión publicitaria más grande en México está precisamente en la telefonía”.

Para marcas como Domino’s Pizza es crucial desarrollar aplicaciones que permitan a la marcas estar en contacto con el consumidor: “Es una forma de estar en comunicación constante con este grupo de adolescentes y gente que vive el mundo digital”, asegura Alberto Tinoco, director de mercadotecnia de la marca que prepara su app para dispositivos móviles.

El caso de las tablets

El crecimiento del consumo de estos dispostitivos en el mundo llama la atención, un aparato que no es ni una PC y tampoco un smartphone pero que cubre una necesidad de vanguardia y moda en un consumidor cautivo de la tecnología. Sus ventas detonaron a partir del lanzamiento de iPad de Apple en 2010. Las ventas mundiales de tablets aumentaron un 254,12% en 2011, hasta los 68,7 millones de unidades vendidas en el pasado ejercicio, y se incrementaron un 54% en 2012, llegando hasta los 106,1 millones de unidades vendidas, según la consultora tecnológica IDC.

Para Leonardo Rodríguez, director de la agencia de publicidad Kriptonita, las marcas buscan cada vez más tener aplicaciones en iPad: “Muchos clientes se nos acercan pidiéndonos el desarrollo de su aplicación, aunque muchas veces no saben exactamente qué poner, y es en la generación de contenidos en lo que trabajamos”.

Carlos Salcido, director de mercadotecnia de El Palacio de Hierro comenta que en el caso de su aplicación para esta tablet viene muy bien, acorde a las necesidades de su consumidor: “Nuestro consumidor siempre está buscando cosas nuevas y aproximarnos a él mediante este tipo de aplicaciones nos da una ventaja, estamos donde él está”, señala el directivo que resalta el peso en la comunicación que ya tienen estos dispositivos con grupos de consumidores muy específicos.

El juego está abierto y los gadgets siempre buscarán convertirse en ese objeto de culto y negocio, aunque su presencia sea efímera y la carrera tecnológica por encontrar un substituto sea vertiginosa, recordemos a las difuntos PDA’s, ¿qué vendrá después de los smartphones y las tablets, por ejemplo?