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Las decisiones que se tomen hoy en el mundo de los negocios la impulsarán hacia adelante, o podrán terminar con su modelo actual.
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73 por ciento de profesionales no cree que la tecnología pueda reemplazar el trabajo humano (de forma completa).
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La transición digital está generando una encrucijada para el mundo de los negocios. Aunque muchos medios especializados dictan consejos para buscar nuevos mercados, junto con la manera de entrar en ellos, es un hecho que la vida corporativa requiere de decisiones actuales para sobrevivir al futuro.
Muchas nuevas compañías están apostando por la tecnología. Marcas y empresas de toda índole se están dando cuenta (desde hace algunos años) que los consumidores están orientando su interacción por los espacios digitales, desde páginas web y otras plataformas digitales hasta redes sociales.
Incluso, están preparando una nueva forma de llegar a las nuevas generaciones, particularmente la Millennial, que tendrá un dominio mayor en la fuerza laboral en los próximos dos-tres años. Incluso los trabajadores están tratando de ser empleados por una empresa con suficiente influencia para sobrevivir, por lo que este tipo de profesionales “excepcionales” están en demanda.
Lo cierto es que, demasiados cambios no contemplan la manera de gestionar esas mismas modificaciones y la ambigüedad podría ser una competencia clave en el futuro.
Actualmente, hay una serie de datos que se deben contemplar. Según PwC, 73 por ciento de personas no cree en que la tecnología pueda reemplazar el trabajo humano (de forma completa) y sólo el 7 por ciento de personas están preocupadas por los procesos de automatización en trabajos. En cambio, de acuerdo con ComScore, el 74 por ciento de profesionales están preparándose y desarrollando nuevas habilidades y otro 60 por ciento piensa que se encuentra estable, con respecto a la situación del futuro.
La consultora de carreras de Henley Business School, indica que esa misma intención de cambios y la frecuencia en la que se presentan en la actualidad, genera otro tipo de acciones que materializan diferentes resultados. Al respecto, de acuerdo con el presidente del Consejo de Inteligencia Nacional Londinense, Christopher Kojm, define que las elecciones actuales podrían llevar a un futuro ampliamente contrastante, situación que aplica particularmente en el mundo de los negocios.
Cuatro futuros posibles que toda empresa debe contemplar
Algunos expertos se han dedicado a escribir sobre las diversas ramas que podrían encontrarse en el futuro. De hecho, el informe Workforce of the future: The competing forces shaping 2030, de PwC asignó colores a cada uno para explicar el panorama:
• Rojo
Las empresas competirán para darles a los consumidores lo que quieren”. La innovación y la personalización se pondrá en primer plano. Para el 2030, las empresas tendrán que andar con ligereza ya que la innovación superará la regulación y la norma.
• Azul
Las corporaciones crecerán a tal escala e influencia que algunas de ellas se volverían más poderosas que las economías nacionales (¿alguien dijo Disney?). Como resultado, la persona que tendrá un trabajo, será bien remunerado, y aquél que no lo tenga, sufrirá largos periodos de sequía. En este futuro, los trabajadores y las empresas buscarán un mayor significado y relevancia en lo que hacen.
• Amarillo
En este mundo, los trabajadores y las compañías buscarán obtener la mayor relevancia en lo que hacen, buscando un significado de su organización, apegado a lo social. Tendrá un modelo que pondrá mayor énfasis a este punto para darle éxito y prosperidad a la comunidad comercial.
Los modelos como crowdfunding tendrán la mayor ventaja. Habrá empresas y marcas “éticas” y sin culpa. La humanidad será altamente valorada.
• Verde
La responsabilidad corporativa se convertirá en un imperativo comercial. Se espera que los trabajadores reflejen los valores de su empleador, tanto en el trabajo, como fuera de él, a través de promesas organizacionales. Los viajes también estarán estrechamente controlados y monitoreados.