De acuerdo con la definición de Techtarget, “el marketing contextual es un modelo de estrategia de marketing en línea en el que las personas reciben publicidad dirigida en función de sus términos de búsqueda o comportamiento de navegación reciente.” Por consiguiente, y acorde con IBM Watson Advertising, la publicidad contextual “se dirige a clientes potenciales basándose en el contexto, como el contenido de una página web, la ubicación o el clima. El aprendizaje automático puede tomar estos datos para entregar el anuncio correcto a los usuarios correctos. Por ejemplo, si un usuario está leyendo un artículo sobre planificación de bodas, es posible que vea un anuncio de vestidos de novia en dicha página.”
Desde una perspectiva tecnológica, el marketing contextual hace uso de la automatización para decidir qué tipo de anuncios atraerán con más fuerza al público objetivo en un determinado intervalo de tiempo.
La principal ventaja de esta forma de publicidad radica en que las marcas tienen la posibilidad de acceder en toda la web, de manera continua a la audiencia relevante y en el momento correcto. De este modo, se logran mayores estándares de eficiencia al aumentar las tasas de clics y experimentar un aumento en el ROI.
Tal como lo señala Loch Rose, Chief Analytics Officer at EPSILON en Adweek (2021), “es inevitable que la desactivación de cookies de terceros y el IDFA cambien fundamentalmente para bien o para mal, el ecosistema de marketing.” Es aquí donde el marketing contextual se asoma como la gran respuesta. Las cifras así lo indican. Según Reportlinker el mercado mundial de publicidad contextual alcanzará los 335,1 billones de dólares para 2026. Todo indica que este tipo de publicidad llegó para quedarse.
Claramente, el futuro del marketing y la publicidad contextual se ve prometedor en lo económico y en la gestión de marketing digital, debido fundamentalmente a la depreciación de las cookies de terceros y sus excelentes características de personalización contextual en tiempo real de los anuncios.