En México, el futbol representa una forma de entretenimiento que alcance a millones de personas, se estima que el 60 por ciento de la población en nuestro país es aficionada a este deporte.
Este fin de semana arrancó el nuevo campeonato nacional y con él, la máquina de hacer ingresos empezó a funcionar.
Seguir un partido de futbol en un estadio, o verlo por televisión en casa, o en un restaurante se ha convertido en un elemento de entretenimiento semanal entre las familias mexicanas.
De las 52 semanas del año, en 34 semanas tenemos jornadas de temporada regular, más seis semanas de dos liguillas semestrales por disputar el campeonato, hace un total de 40 semanas de futbol mexicano.
En un año sólo tenemos 12 semanas sin el campeonato local, pero por ahí nos encontramos torneos internacionales como los mundiales, el futbol en juegos olímpicos, Copa América, Copa Oro y otras más, que podemos hablar que realmente sin futbol podemos tener seis o siete semanas por año, es decir, tres semanas cada semestre sin poder ver nuestro deporte.
En cuanto a alcance e impacto, por ejemplo un clásico América vs Chivas puede tener como audiencia, según la consultora HR Media, unos 18 a 20 millones de televidentes y raitings de 26 puntos.
En cuanto asistencia a estadios, durante un torneo de 17 jornadas en 2016 se calculó un total 4 millones 250 mil asistentes a los diferentes estadios. En promedio por estadio y partido, se estima que asistan casi 28 mil personas.
¿Cómo disfrutamos el futbol?
Según algunos estudios cualitativos sobre perfiles de consumo en futbol donde he estado involucrado, hay un grupo de gente que tienen una necesidad muy específica cuando ve un partido. Generalmente son hombres, adultos de nivel socioeconómico medio y medio alto que ven al futbol generalmente por televisión y lo consideran un deporte, no como un espectáculo, por lo que prefieren ver los partidos en un ambiente tranquilo, sin tantas distracciones, gritos y rodeados de gente que también aprecia el deporte.
Se fijan mucho en la estrategia, la táctica, se cuestionan alineaciones, se proyectan tanto como “jugadores” y como “directores técnicos”.
En este grupo de audiencia, el ver un partido completo, o estar pendiente de cómo va el marcador y hasta ver las repeticiones de los goles de todos los partidos, es un hábito muy arraigado. Siguen a su equipo pero también les gusta ver partidos donde otros equipos jueguen, “lo importante es ver futbol”.
Existe otro grupo que normalmente son hombres y mujeres por igual, adultos y adultos jóvenes de nivel socioeconómico medio, que ven al futbol más como un espectáculo que como un deporte, esto les hacer sentir emociones de todo tipo, desde alegrías hasta tristezas. No se pierden un partido, ya sea yendo al estadio o reuniéndose en casa para verlos por televisión, siempre rodeados de amigos o familia en un ambiente de fiesta.
El futbol como medio y vehículo de mercadotecnia
Las marcas comerciales a través de patrocinios, las televisoras comprando los derechos de transmisión para posteriormente vender publicidad, centros de consumo y muchos otros negocios ven al futbol como un medio muy rentable para sus estrategias de mercadotecnia.
El negocio del futbol ha crecido mucho en las últimas décadas en consecuencia a este hábito de consumo y de la expansión de los medios de comunicación. Como un ejemplo el grupo de televisión satelital Sky pagó 6 mil 400 millones de dólares para transmitir en vivo 126 partidos de la Premier League del futbol inglés por temporada desde 2016 a 2019.
Hace unos años estas cifras eran impensables en el futbol mundial, demuestran que la masividad, lo atractivo como forma de entretenimiento para la población, han convertido a este deporte en un estupendo negocio en la industria del deporte, pero más en realidad, en el negocio de los contenidos y entretenimiento.