Hace dos años Suecia inició un experimento social de reducir la jornada laboral 2 horas, al pasarla de 8 a 6 horas sin afectar el salario de los empleados de asistencia pública, y al final comprobó que no era viable económicamente.
El país europeo realizó el experimento social en cierto segmento laboral por si obtenía resultados favorables extenderlos a otro tipo de trabajos, como la plantilla laboral de profesionistas u obreros.
Asimismo, la iniciativa la llevó a cabo en el sector público, pues pretendía obtener resultados para presentarlos a la iniciativa privada, sin embargo, recibió fuertes críticas de opositores conservadores, quienes alegaron que la prueba era costeada por los contribuyentes y que no era sostenible económicamente.
El experimento laboral se realizó en las enfermeras que laboraban para el sector público de asistencia para adultos de la tercera edad, ya que las trabajadoras se mostraron felices por trabajar menos, además que aumentó la productividad, no obstante, tuvieron que contratar a personal extra para cubrir esas tareas.
Lo que demostró el gobierno de Suecia, independientemente del área laboral, fue que con las jornadas laborales más cortas, se dejaban de hacer labores cotidianas, lo que hizo que el presupuesto designado para cubrir con empleados terceros aumentara 22 por ciento.
Ante los malos resultados, investigadores sostuvieron que el concepto de jornadas laborales de seis horas también choca con la cultura laboral flexible de algunas empresas suecas, y precisaron que “en lugar de trabajar poco y retirarse a casa, los trabajadores deberían pensar qué pueden hacer para mejorar el ambiente de trabajo”.
¿Qué pasó en Suecia al reducir a 6 horas la jornada laboral? https://t.co/FPWZaox4pM pic.twitter.com/vhCqcjJvHs
— BBC Mundo (@bbcmundo) 10 de febrero de 2017