El diseño tiene un papel clave en la concepción y configuración de los “vectores de la visibilidad” de la empresa, (Producto, Comunicación, Espacio), esto es, lo que proyecta su identidad hacia el mercado. En este sentido, el diseño es una FUNCIÓN ESTRATÉGICA y su implantación tiene que anclarse a la propuesta de valor de la empresa.
El primer impacto que tenemos de una organización o de una empresa es a través de sus puntos de contacto; y este impacto es distinto en cada ocasión. Muchos productos pueden cumplir la misma función, pero cada uno tendrá un contenido y una apariencia distinta según la empresa a la que pertenezca.
Pensemos en un supermercado: En una misma categoría de producto podemos tener 50 artículos distintos, unos mas clásicos, unos mas innovadores, unos responden a una lógica de precio bajo y otros a la sofisticación de ser “Premium”.
Pensemos en herramientas, automóviles o en libros, cada uno tiene una forma de presentarse en el mercado que corresponde a un posicionamiento estratégico.
Estos agentes que transportan la IDENTIDAD de la empresa hacia el mercado son los que se denominan: VECTORES DE LA VISIBILIDAD y son de tres tipos:
Productos
Ya sean bienes o servicios y, en la mayoría de casos, una combinación de ambos.
Comunicación
Aplicada a distintos medios, empaque, imagen gráfica de identidad, folletería, etc.
Espacios
En los que se llevan a cabo actividades de marca como oficinas, stands, web, espacios virtuales en internet, etc.
Cada organización tendrá unos vectores de comunicación distintos, con un peso relativo y diferente entre ellos según su actividad y su filosofía de negocio.
Un vector, según la RAE, es una magnitud en la que, además de la cuantía, hay que considerar el punto de aplicación, la dirección y el sentido.
La empresa se presenta en el mercado a través de estos tres vectores que transportan la esencia de su estrategia hacia sus clientes.