Funar es el nuevo verbo de 2024. Significa cancelar en redes sociales y desprestigiar a alguna persona. Lincharla, hacer que su reputación sea desprestigiada por medio de un movimiento colectivo para una sola persona en particular. Un ejemplo que vemos en este momento es el de Nirvana Hank, y no es que yo sea un defensor de la funación que le hacen.
Esta generación, los centennials son expertos en funar, hacen el llamado a la tribu para, unidos llamar y desprestigiar a alguien en sus perfiles en redes sociales.
En este punto, ahora, el caso de Nirvana Hank me llama la atención. Yo no conocía a Nirvana, la conocí en la frivolidad de los videos que aparecieron en mi teléfono donde presumía las jirafas y el estilo de nuevos ricos de su familia. Después vi que muchos postearon en X y la criticaban porque presumía lo que habían hecho sus padres producto de la corrupción de sus negocios del narcotráfico y el tráfico de influencias.
Me prendió mucho más la curiosidad. Busqué su Instagram y vi que en sus videos se presentaba como una alcohólica ante sus más de 353 mil seguidores. Que practica la filosofía de alcohólicos anónimos y que entró en la depresión y adicciones desde los ocho años. Interesante.
¿Por qué decidieron funarla de un momento a otro? Hasta el momento no lo sé, quizá por funarla a ella pueden pegarle a su papá, Jorge Hank Rhon que siempre ha aspirado a ser un político en Baja California. Jorge es parte de una dinastía de políticos toluqueños muy controvertidos que siempre han dado mucho de qué hablar. Mucho se dice que los Hank son políticos corruptos.
En fin, quienes quieren funar a Nirvana lo lograron. Si nadie se metió a su perfil, se quedarán con la idea de que es una casi adolescente frívola que presume el dinero de la corrupción de su familia.
Funar es unirse para cancelar al otro, en su reputación, trabajo, imagen personal y narrativa. Es organizar actos públicos de denuncia en contra de organismos o personas que se quiere linchar. A la carga para matar y desprestigiar.
¿A dónde nos llevará esto? No es nada nuevo, antes existía la inquisición, nos quemaban vivos por ser disruptivos, por una falsa moral o por política. Hoy se hace igual por lo mismo. Sólo que los medios son diferentes, las audiencias cambian.