La calidad en las prendas, el diseño y su costo son algunas de las claves en el consumo de ropa interior dentro de la industria de la moda.
Diversas marcas se han convertido en enormes emporios con un valor de mercado que poco tiene que ver con las diminutas prendas que se convierten en la sensación para los consumidores.
Para demostrar que lo barato no siempre es feo en diseño o de poca calidad, Fruit of the Loom tuvo la ocurrencia de usar a la modelo Lindsay Ellingson, conocida por su trabajo como “ángel” para la marca Victoria’s Secret y demostrar el valor de sus prendas que se adquieren en la tienda de supermercado.
La estrategia creativa usó la tienda de un centro comercial en la que se exhibieron todo un rango de prendas de la marca, para demostrar que estas cuentan con calidad y diseño, a pesar de ser las clásicas prendas de ropa interior que se adquieren empaquetadas.
El factor sorpresa es una estrategia creativa muy usada en publicidad con el que se busca generar una percepción positiva al consumidor y generalmente usado en campañas BTL.
Dicho recurso promocional también ha sido aplicado por marcas como Cricket Wireless, al sorprender a seguidores del luchador y actor John Cena, en una campaña que lleva más de 13 millones 249 mil vistas en YouTube.
A nivel mundial el mercado de ropa interior en tiendas de retail tiene una proyección de ingresos al cierre de este año, de 82.1 mil millones de dólares, según cifras de Frost & Sullivan y HKExnews.
La interacción basada en la experiencia de marca con la finalidad de conseguir nuevos consumidores o fidelizar a los actuales, es una forma con que los productos se mantienen frescos en el mercado, desarrollando una propuesta dinámica que permita interactuar de mejor forma con sus valores o características innovadoras de los productos.