Existe la idea equivocada de que ser freelancer es equivalente a olvidarse de ciertos lastre con los que se debe cargar cuando se trabaja dentro de una empresa convencional, pero son sólo creencias.
Freelance no es equivalente a ya no tener jefe, levantarse a la hora que quieras y trabajar sin presiones. Y es ser tu propio jefe representa muchos retos, el primero de ellos es darte cuenta que tus verdaderos jefes ahora son los clientes y ciertamente son más exigentes que cualquier jefe de oficina. Si no eres disciplinado es muy probable que no alcances los objetivos que esperas.
Te presentamos algunas realidades de la vida de un freelancer y consejos útiles para que la aventura de ser tu propio jefe no se convierta en un sufrimiento.
1. Debes abarcar mucho más áreas de conocimiento ahora. Tu labor ya no se reduce a tu área de especialización. Ahora deberás hacerla de contador para cumplir con el pago de tus impuestos, de abogado para entender los términos legales de los tratos que logres cerrar, publirrelacionista para seducir a los clientes, gestor de trámites para que todo lo relacionado con tu firma esté en orden
2. La obtención de clientes ahora depende sólo de ti. Para conseguir clientes deberás salir a buscarlos: ármate un buen portafolios con los mejores ejemplos de tu trabajo, ponte lo más presentable que te sea posible y utiliza tus mejores técnicas de convencimiento para enamorar a tus posibles clientes.
3. Ahora eres tú el administrador. Si no administras tú tu dinero, nadie más lo hará. Ya no recibes cada quincena el depósito de un sueldo a tu cuenta bancaria. Si trabajas en algún proyecto seguramente no te pagarán hasta que lo entregues totalmente finalizado.
4. Prepárate para tiempos de pocas ganancias. Tal vez haya temporadas con pocos o ningún contrato y por ello debes aprender a administrar los ingresos que obtienes por tu trabajo. Al principio deberás racionar los recursos con los que cuentas e invertir en insumos de la manera más inteligente, sin despilfarros y con la cabeza fría.
5. El tiempo depende también de ti y de cómo te organices. Aprovechar el tiempo adecuadamente Muchos se dejan llevar por la confianza y no tener un jefe que marque los tiempos de entrega puede provocar que no calcules bien y el tiempo se agote sin que puedas avanzar mucho en tu deberes.
6. Ordena tus espacio, tu tiempo, tu agenda… todo. Necesitas ordenarte, lleva una agenda en la que marques las fechas de entregas y dale seguimiento a tus procesos de trabajo de manera que hagas estimaciones efectivas y siempre cumplas a tiempo con tus compromisos.
7. Ahora el jefe eres tú. Es probable que requieras el apoyo de algún colaborador a quien deberás pagarle por su trabajo. No está de más aconsejarte que el trato que le des sea el mismo que siempre deseaste para ti.