Entrará en vigencia en 2020, momento en el que no se venderán en los establecimientos franceses ni vasos, ni platos, ni cuberterĂa de plástico, pues segĂşn el reglamento aprobado, los utensilios desechables mencionados deberán estar elaborados con materiales biodegradables, como parte del proceso galo de plan TransiciĂłn EnergĂ©tica hacia un Crecimiento Verde.
Este ambicioso paso pretende que Francia contribuya de forma más efectiva a la lucha contra el cambio climático, como ya se hizo en 2015, cuando fueron prohibidas las bolsas de plástico.
Las reacciones a esta ley, cuenta con organizaciones ecologistas a favor, pero también con otros organismos y empresas que señalan que tal decisión viola las reglas de la Unión Europea sobre el libre movimiento de bienes, como por ejemplo Pack2Go Euope, organización que representa a los fabricantes de envases, y que ha expresado que plantaran cara a esta nueva ley , al tiempo que esperan que no se extienda al resto de Europa.
En este sentido, la secretaria general del Pack2Go Europe, Eamonn Bates ha señalado que “Instamos a la Comisión Europea a hacer lo correcto y tomar acciones legales contra Francia por infringir el derecho europeo. Si ello no lo hacen, nosotros lo haremos”.
SegĂşn Bates no existen pruebas sobre un mayor beneficio de los materiales biodegradables para el medio ambiente, además de señalar que este veto al plástico, podrĂa ser peor para la situaciĂłn, toda vez que la ciudadanĂa puede malinterpretar la extensiĂłn de la degradabilidad.
Por ello alega que, “La prohibición será entendida por los consumidores en el sentido de que está bien dejar tirados los envases en el campo porque se degradan con facilidad en ese entorno. ¡Es un sin sentido! Incluso puede que empeore el problema de la basura.”