La inflación en Argentina no deja de crecer. En 2022, hasta agosto, ya supera el 60% y se espera que supere el 90% en diciembre.
La inflación anual que algunos países del mundo tienen estos meses entre 7% y 8%, Argentina también la padece, pero por mes.
De un mes a otro, incluso semanalmente, los productos más básicos, como los alimentos, no dejan de aumentar de precio, acorralando los salarios de los trabajadores, que suben por debajo de la inflación.
En este contexto, ha tomado relevancia en los medios del mundo una muestra de la fotógrafa local Irina Werning (ganadora del World Press Photo), quien presentó una muestra en las que busca captar el caos de la vida con una inflación tan elevada.
“Te acostumbras. Desde que nací ha habido inflación, incluso desde antes de que naciera mi padre. Es una parte tan importante de nuestra vida diaria que está dentro de nosotros”, le contó Werning a The Guardian, medio inglés que realizó un informe especial sobre la inflación en Argentina y que incluye esta particular forma de mostrarla.
“Tengo 46 años y durante 36 años de mi vida he tenido una inflación de dos dígitos; en promedio, eso es 80% de inflación cada año”, agregó la argentina que vive en Buenos Aires.
Muestra de arte sobre la inflación de una fotógrafa en Argentina
La inflación en Argentina siempre ha sido un problema, pero la pandemia de coronavirus, la falta de insumos que golpea a nivel mundial, el incremento de los alimentos y el aumento de los costos de la energía y las consecuencias económicas de la guerra de Rusia y Ucrania, agravaron todo.
El fenómeno es global. En julio, la inflación en el Reino Unido superó los dos dígitos por primera vez en cuatro décadas: 10,1 por ciento. En los Estados Unidos pasa lo mismo, al igual que México, Brasil y Colombia. También Chile vive la peor inflación en décadas, pero en todos los casos están muy lejos de las tasas de Argentina.
En una de las fotos, Werning retrató a su esposo empapelando las paredes con billetes de 10 pesos, que es más barato que comprar el papel tapiz para cubrirla.
Los pantalones de su esposo están deliberadamente bajos, “para mostrar cuán expuestos y desnudos estamos a la inflación”, dijo la artista.
Mientras la inflación sube, el banco central de Argentina continúa imprimiendo dinero para paliar el déficit fiscal, mientras le debe miles de millones de dólares al Fondo Monetario Internacional por una deuda que contrajo en 2018 y nadie sabe bien para qué se usó.
Werning, que vive en la capital con su esposo y sus dos hijas, estudió economía antes de convertirse en fotógrafa. “Pensé que nunca usaría mi título, pero regresé a Argentina desde el Reino Unido y lo uso todos los días, todo el tiempo”, le dijo a The Guardian.
Y agregó: “Al igual que los ingleses hablan del clima, nosotros hablamos de inflación todos los días con extraños, con amigos, con la familia, en la fila del supermercado. Es parte de nuestra vida diaria”.
En 2001, un peso argentino equivalía a 1 dólar. En septiembre de 2022, se necesitan 284 pesos para comprarlo.
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