Que felicidad pensar en que la categoría máxima del automovilismo regresará a nuestro país después de muchos años de solo poder verla por televisión, de muchos años añorando oír el rugido de los motores, las carrocerías y sus impresionantes diseños, los colores, ver a los pilotos, y finalmente sentir la adrenalina de ver a tu piloto favorito llegar a la meta.
Tendremos chance de ver y experimentar uno de los eventos deportivos más relevantes en el mundo y uno de los más exigentes a nivel mercadológico y comercial. Este serial de Fórmula 1 es un circo, pero es EL CIRCO mejor armado en nuestro mundo deportivo. Me parece que no tiene parangón con ninguna Liga deportiva en el mundo, maneja cientos de millones de euros, millones de aficionados alrededor del orbe, equipos/escuderías multimillonarias que traen lo mejor de sí, los mejores pilotos, los mejores esrategas y los mejores anunciantes que se tienen en el mundo comercial; por otro lado tenemos activaciones State of the art que serán un dulce para los amantes del deporte y el marketing asociados.
A nivel mercadológico que te puedo decir querido lector; el consumidor europeo –de donde nace este serial- es muy demandante en todos los aspectos, es decir, no se conforma con tener eventos y espectáculos deportivos mediocres, no, el europeo conoce de deporte y desde hace décadas se vuelca sobre los espectáculos que muestran niveles de deportivismo, atletismo y organización más elevados que la norma. La Fórmula 1 ha desarrollado la parte comercial de manera impecable, conocen muy bien el target al que están atacando, establecen precios para espectadores –muy elevados- pero que se pueden pagar por un espectáculo Premium, así como los precios por derechos de televisión, comercialización y otros múltiples de licencias para aprovechar las marcas allegadas a este mundo.
Y aunque estos temas mercadológicos, deportivos y comerciales son muy interesantes, no son los únicos con los que podemos analizar del regreso de la F1 a nuestro país.
La semana pasada estaba en una conferencia acerca de Responsabilidad Social + Marketing + Deporte, cuando un invitado me preguntó cuál sería el mejor approach que podríamos tener con la gente de la Fórmula 1 ahora que viene a México para desarrollar la Sustentabilidad con dicho evento. Interesante pregunta.
Observando algunas de las materias fundamentales de la RS, podemos darnos cuenta que OCESA está cumpliendo de alguna forma con que éste evento sea Socialmente Responsable, como es el hecho de incentivar la práctica del deporte, ya que la naturaleza de la F1 es esa, promoverlo, acercándose a la sustentabilidad. Bien.
Por otro lado el desarrollo de las Prácticas Laborales. Nos han anunciado que se crearán 3,000 empleos directos con esta carrera a lo largo de 5 años, otro punto positivo y que sumado a la promoción del deporte podrían ser suficientes; pero ¿qué tal si OCESA y la F1 misma no se detienen ahí y adicional a ello, desarrollan acciones para fomentar la participación de la comunidad más cercana (la Delegación en este caso) y ayudan al desarrollo de la misma a los habitantes que viven en las cercanías del Autódromo? ¿Porqué no darles preferencia a los trabajadores de la zona?
Y por otro lado, yo no dejaría de tratar el tema del medio ambiente. Si bien es cierto que con los cambios en las regulaciones de la F1, tales como el cambio de motores V8 a V6 y la limitación en el uso de combustible a 100 litros por carrera se ha ido reduciendo el impacto ambiental en las carreras y de forma dramática, sería muy interesante saber que conscientes del impacto generado desarrollen estrategias que atiendan esta materia fundamental y que es tan sensible en una Ciudad como la nuestra y en un deporte que tiene tales repercusiones, de tal forma que puedan impulsar más los desarrollos y no solo en un área sino en otras con fuerte influencia.
Sea como sea, se agradece y mucho el que podamos tener este espectáculo deportivo en nuestro país, ojalá sea una derrama de empleos y de ganancias para muchas familias mexicanas y que logremos un evento de primera clase, y ya entrados en deseos, ¡ojalá que uno de nuestros pilotos gane la carrera!