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En septiembre de 2019, Forever 21 anunció que pidió la bancarrota
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Dijo que cerrará cerca de 200 tiendas en los Estados Unidos y que prácticamente abandonará Europa y Asia
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Tiene una estrategia para recuperarse: ventas transfronterizas
El minorista de indumentaria Forever 21, uno de los fundadores del fast fashion, anunció a fines de septiembre, un domingo por la noche, que se iba a declarar en bancarrota (lo efectivizó dos meses después) y que planeaba cerrar 200 tiendas en los Estados Unidos.
Además, que dejaría la mayor parte de sus puntos de venta en Europa y Asia.
Ahora, se conoció parte de la estrategia de la marca para relanzarse: un enfoque renovado en el comercio electrónico transfronterizo en forma de tiendas en línea localizadas.
Así es, Forever 21 planea alejarse de la venta minorista “física” hacia:
- una oferta en línea más personalizada,
- transfronteriza
- que soporte más de 95 monedas,
- más de 150 métodos de pago locales y alternativos,
- en 21 idiomas,
- y que ofrezca una amplia variedad de métodos de envío.
“Para involucrar a nuestros clientes que ya son expertos digitalmente, los minoristas deben invertir en la creación de una experiencia en línea única que hable directamente con el comprador”. A eso apunta la marca, dijo su presidente, Alex Ok.
“Con el continuo aumento de la demanda de los compradores internacionales de nuestra marca, reconocemos que una experiencia global de compra en línea avanzada es una parte fundamental de nuestro crecimiento futuro”, agregó.
Por su parte, Kevin Diamond, jefe de comercio electrónico global de Forever 21, dijo que ofrecer una “experiencia en línea sofisticada”, “adaptada a las ubicaciones de los puntos de venta” y “a las expectativas de sus clientes” es de ahora en más “una prioridad clave” para que la marca vuelva a ser lo que fue.
Según se dio a conocer, el cambio está impulsado por la tecnología backend del especialista en comercio electrónico Global-e.
Un ejemplo del avance de la compra en línea sin fronteras llega desde Australia. De acuerdo con Matthew Merrilees, uno de los directores ejecutivos de Global-e, “el 60 por ciento de los compradores australianos en línea están comprando en tiendas en línea internacionales”, publicó Inside Retail.
Forever 21 ingresó al mercado australiano en 2014, pero no le fue bien y cerró sus tres puntos de venta en 2017.
En el momento de la quiebra, el director gerente de GlobalData Retail, Neil Saunders, dijo que la lucha de Forever 21 fue una consecuencia de las tendencias y los gustos cambiantes dentro del mercado de prendas de vestir, así como de los pasos en falso de la administración.
Las tendencias del consumidor, poco a poco, se alejan del fast fashion hacia productos más sostenibles medioambientalmente y eso está impactando en la posición de las marcas en el mercado, siempre según Saunders.
Aunque esta no es la razón principal de la baja en las ventas, como lo atestigua el éxito de otras cadenas del segmento, como Primark, Zara o H&M, no ha sido de gran ayuda para el crecimiento y sumó más presión a un negocio desesperado por impulsar sus ventas en línea.
La salida de Forever 21 jaqueará las finanzas de muchos centros comerciales en los Estados Unidos y otros países.
Según cálculos de los especialistas en bienes raíces, el cierre de tantos Forever 21 en Estados Unidos será más que problemático para los principales dueños de centros comerciales del país, incluidos Simon Property Group y Brookfield Property Partners, que tienen a esa marca como uno de los mayores inquilinos.
Las tiendas Forever 21 promedio tienen cerca de 3.700 metros cuadrados, y hay algunas que abarcan más de 9.000. Todo ese espacio sin producir será un gran problema, más cuando no hay posibles tiendas de reemplazo dado el “apocalipsis” que vive (y sufre) el retail.
Desde hace tiempo, una derivación del apocalipsis retail es la baja en los valores de las rentas. Los centros comerciales se han visto obligados a renegociar con los inquilinos contratos de alquiler más baratos.
Otro fenómeno en estos grandes mall es que se flexibilizan los contratos para atraer a marcas jóvenes.