Forever 21 no la está pasando bien en cuanto imagen. Esto es debido a un par de demandas: una, relacionada con una supuesta prohibición para sus empleados de hablar otro idioma que no sea inglés; y la otra, por una denuncia de plagio de Puma y Rihanna.
Sin embargo, mientras esas complicaciones (no menores, por cierto) avanzan en la Justicia, los responsables de estrategias comerciales de la marca están pensando en vender. Y para hacerlo, el modelo de negocios en los Estados Unidos es fortalecer los establecimientos de F21 Red, la marca “low cost” del grupo.
La idea es abrir 40 nuevas tiendas en todo el país, que se sumarán a los 30 puntos de venta que ya tienen en ese segmento de negocio.
La apuesta es simple: vender barato para ganar con el volumen y no tanto con la rentabilidad por prenda.
La empresa, que nació en California, introdujo en el mercado las F21 Red en 2014. Las primeras tres tiendas estuvieron en el Bronx, en San Antonio y en Chicago.
“La expansión de F21 Red representa una oportunidad importante y excitante en nuestro plan de crecimiento, que nos permitirá traer una gran variedad de productos a un precio competitivo a nuevas áreas”, dijo Linda Chang, vice presidenta de merchandising de Forever 21.
Una denuncia tras otra
Los problemas de imagen de Forever 21 no terminan en Puma y Rihanna. En 2015, H&M interpuso una demanda al acusarla de plagiar el diseño de una bolsa con la leyenda “Beach Please”.
Unos meses antes, la que la demandó no fue una marca de ropa, sino de software. “Forever 21 ha pirateado en 63 ocasiones el software de Adobe” decía la denuncia del dueño de los programas Photoshop, Acrobat e Illustrator.