Primero, Ford anunció que mudará su producción de autos pequeños a México, ya que los modelos Ford Focus y el C-Max, que se producían en Detroit, Estados Unidos, ahora lo harán desde una nueva planta de ensamblaje en la nación mexicana, previamente anunciada con una inversión de mil 600 millones de dólares, específicamente San Luis Potosí, donde se integra a 2 mil 800 trabajadores.
Ahora, la compañía frenará producción en dos fábricas mexicanas, lo que resulta contradictorio. Específicamente las plantas de Cuatitlán, Estado de México y Hermosillo, Sonora, serán las que detengan la producción de los modelos sedán Fusión y Fiesta, respectivamente.
Y es que se trata de una consecuencia de que las ventas de la serie F cayeron 2.6 por ciento el mes pasado, por lo que la compañía debe tomar medidas al respecto y lo hará de esta manera. Aún no se informa cuándo comenzará el paro.
La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) revelaron que la empresa es la sexta marca más vendida en la nación mexicana, abarcando el 6.1 por ciento de las ventas totales de vehículos ligeros en el primer semestre de 2016.
Su competidor más fuerte es Nissan, que lidera las ventas de autos compactos en México. Mientras que respecto a producción, se estima que ha fabricado más de 100 millones de unidades a nivel mundial, según proyecciones de la consultora Ernst & Young (EY).