En abril pasado Ford Motor Company anunció una inversión de más de 2 mil 500 millones de dólares en México para la expansión de sus plantas en Guanajuato y Chihuahua. Hace un par de días, el polémico Donald Trump aseguró que logró cancelar los planes de la automotriz.
El magnate y aspirante a la presidencia de Estados Unidos tiene en su agenda mediática el tema de las relaciones con México como uno de los más importantes. Se ha peleado con decenas de compañías por el asunto y no se limita en sus críticas contra el gobierno mexicano y el estadounidense por el tema de la migración y los empleos.
En agosto pasado, Donald Trump atacó a la Ford Motor Company por construir plantas de ensamble en México. La automotriz anunció en abril que invertirá 2 mil 500 millones de dólares en dos fábricas.
El domingo, Donald Trump se “autofelicitó” a través de su cuenta de Twitter por haber conseguido que Ford cancelara sus planes en México.
Word is that Ford Motor, because of my constant badgering at packed events, is going to cancel their deal to go to Mexico and stay in U.S.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 25, 2015
Do you think I will get credit for keeping Ford in U.S. Who cares, my supporters know the truth. Think what can be done as president!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 25, 2015
Pero el gran “logro” de Donald Trump se vino abajo este miércoles cuando el CEO de Ford, Mark Fields, señaló que el magnate está equivocado y no se cancelarán los planes de expansión en México.
Un reporte del USA Today indica que Fields dijo que no hay planes de cambiar su sistema de manufactura y la compañía no se ha comunicado con Donald Trump.
Trump había señalado que él había sido pieza clave en la decisión de Ford de que dos líneas se movieran de México a Estados Unidos. De acuerdo con Ford, la fabricación de los modelos F-650 y F-750 se trasladó de México a las líneas de ensamblaje de Ohio desde 2011, mucho antes de que los candidatos presidenciales anunciaran sus aspiraciones.
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