Aunque desde hace algunos mese en distintas partes del mundo, el sector automotriz se ha reactivado, lo cierto es que hablamos de una industria que ha padecido de manera especial esta emergencia sanitaria. Marcas como Ford, Volkswagen o General Motors han visto reducido su negocio de manera particularmente alarmante.
Basta con revisar algunas cifras para el mercado mexicano, el cual habla de pérdidas que se calculan en porcentajes a doble dígito.
Automotriz a la baja
A decir de datos entregados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) la producción y exportación de autos en México cayó durante 2020 a tasa interanual, como consecuencia de la pandemia.
DE manera puntual se estima que durante el año pasado, el ensamblaje acumulado de vehículos ligeros cayó un 20.23 por ciento en la segunda mayor economía de América Latina, mientras los envíos al exterior se relucieron un 20.85 por ciento.
Ante estas cifras, que se repitan guardando proporciones a lo largo yu ancho del mundo, cientos de marcas se han visto obligadas a emitir planes de reestructuración, en los que algunos cierres, la venta de marcas o la reubicación de algunas fábricas se ha convertido en la constante.
Durante los últimos meses, por ejemplo, un reciente reporte entregado por Reuters, indicaba que altos ejecutivos del Grupo Volkswagen han confirmado que la compañía está evaluando el futuro de las marcas Lamborghini, Bugatti y Ducati, en donde existe la posibilidad de ponerlas en venta.
Según lo trascendido, la junta directiva y los altos mandos de Volkswagen discutieron en noviembre pasado una estrategia que les permita duplicar su valor a 235 mil millones de dólares.
Ford cierra producción en Brasil
La última en anunciar un ajuste de grandes dimensiones ha sido Ford, marca que ha indicado que durante este año frenará su producción en Brasil para reestructurar su operativa en América del Sur en la que cuenta con una cartera de todocaminos (SUV) electrificados, camionetas y vehículos comerciales que se proveerán desde Argentina, Uruguay y otros mercados de la región.
Mediante un comunicado de prensa, la compañía ha dicho que a pesar de que sus fabricas se eliminarán, mantendrá su centro de desarrollo de productos en el Estado de Bahía, su centro de pruebas en Tatuí así como su sede regional en Sao Paulo.
De manera puntual se espera que la producción cesará de manera inmediata en las regiones de Camaçari y Taubaté, mientras que la planta de Troller en Horizonte (Brasil) continuará operando hasta el cuarto trimestre de 2021.
Es importante mencionar que una vez que se vendan todos los inventarios, tras esta decisión, la compañía finalizará la producción de los modelos EcoSport, Ka y T4.
“Con más de un siglo en América del Sur y Brasil, sabemos que estas son acciones muy difíciles, pero necesarias, para crear un negocio saludable y sostenible”, ha apuntado el presidente y consejero delegado de Ford, Jim Farley.
Por su parte, el presidente de Ford América del Sur, Lyle Watters, ha indicado que el equipo de huella región ha logrado “un proceso significativo” en la reestructuración de las operaciones, incluida la eliminación gradual de productos no retanbles.
“Además de reducir los costes en todo el negocio, lanzamos Ranger Storm, Territory y Escape e introdujimos servicios innovadores para nuestros clientes. Si bien estos esfuerzos mejoraron los resultados durante los últimos cuatro trimestres, el entorno económico desfavorable sostenido y la carga adicional de la pandemia dejaro claro que se necesitaba mucho más para crear un futuro sostenible y rentable”, destacó el directivo.