Aún no llega el 20 de enero, fecha en la que Donald Trump tomará protesta como presidente de Estados Unidos y parece que sus promesas por mantener las inversiones de empresas nacionales en su país han comenzado a tomar fuerza.
Este viernes el CEO de Ford, Mark Fields dijo que la automotriz está dispuesta a trabajar para mantener los puestos de trabajo creados por la compañía en territorio estadounidense, si el presidente electo establece las políticas adecuadas para que esto pueda ocurrir.
El ejecutivo se refirió a las políticas monetarias, energéticas -particularmente a lo referente a combustibles-, y a un tema en tendencia; la regulación para los self-driving cars, área en la que Ford está invirtiendo de manera importante.
En entrevista con Bloomberg, Fields afirmó que la compañía que dirige es partidaria de abogar “para promover el comercio libre y justo”, en una clara referencia al TLC (Tratado de Libre Comercio) y una reforma tributaria.
Asimismo, recordó la llamada entre Trump y Bill Ford, que fue factor decisivo para que la automotriz determinara mantener la producción del Lincoln MKC en su planta en Louisville, Kentucky, en lugar de trasladarla a México.
Sin embargo, reconoció que Ford aún mantiene en planes trasladar la producción de Focus híbrido y el C-Max a territorio mexicano, donde la automotriz tiene inversiones por 2.500 millones de dólares en plantas en Chihuahua y Guanajuato, y una segunda de 1.200 millones en su planta de San Luis Potosí.
Ford es una de las compañías que fue criticada abiertamente por Trump durante su campaña presidencial, por el hecho que las marcas decidan mudar sus inversiones a otros países afectando el empleo en su nación.
Apple fue otra compañía referida directamente por el hoy presidente electo. De hecho, anunció que hará “grandes recortes” de impuestos a la tecnológica de Cupertino, si decide regresar su manufactura a Estados Unidos.