Comida fresca, impresa por una máquina, es de lo que se trata Foodini, una impresora 3D, que se basa en los mismos principios de las tecnologías de impresión tridimensional predecesoras, sólo que en este caso el material que se usa son alimentos frescos.
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Sin duda, Foodini tiene un aspecto prometedor en el ámbito de la cocina gourmet, aunque su mayor potencial se lo vemos dentro de los restaurantes y no necesariamente en el día a día de los cocinas comunes, al interior de los hogares.
Y es que un aparato de cocina que es una impresora de alimentos 3D es un concepto muy nuevo, aunque sobre el racional de que la presentación de los alimentos, sobre todo cuando se trata de niños, pues puede haber un nicho de oportunidad en el concepto
Foodini cuenta con una pantalla táctil en la parte delantera y una aplicación integrada que se conecta a un sitio de comunidad en línea, en donde se encuentra contenido como recetas y demostraciones en línea, a las que los usuarios tendrán acceso.
El proyecto en la actualidad busca recaudar fondos para iniciar su proceso de producción en Kickstarter.